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sábado, 31 de julio de 2010

Ecce Homo - Mateo Cerezo


Mateo Cerezo
Cerezo se inspira en este caso en la obra de Van Dyck, de la que procede la disposición de la figura y las gamas sordas del cuadro, cromáticamente dominado por el manto rojo de Cristo. Su faz, sin embargo, posee una expresión patética (traducción del dolor humano que traspasa al Redentor) que es puramente hispánica. Las calidades de las carnaciones denotan asimismo el estudio por el pintor de la obra de Tiziano. Este cuadro, pintado hacia 1665-1670, constituye una buena muestra de la capacidad expresiva de Mateo Cerezo en el tema religioso, que por lo general compuso con una aglomeración de personajes que resta valor al mensaje que el artista trata de comunicar.

Cabeza de apóstol – Head of an apostle - El Greco


El Greco
Los rasgos del personaje son profundos y se hallan modelados con una concreción superior a la de los rostros de santos plasmados por el maestro en otras composiciones. En todos sus detalles, por ejemplo, en el mechón canoso que despunta tras la oreja, revela el cuadro la utilización de un modelo vivo. Ello abona la suposición de que este apóstol sea, en realidad, un autorretrato del Greco, tesis difícil de demostrar por la falta de términos de referencia, si se exceptúa el autorretrato de primera época que aparece en la Curación del ciego. De confirmarse la hipótesis, esta efigie representaría al Greco a sus cincuenta y cinco años de edad, puesto que el estilo del lienzo, sus paralelismos con la serie de apóstoles del Museo de Toledo, lo sitúan en torno al año 1595.

Anunciación – Annunciation - El Greco


El Greco
La crítica no es unánime en la catalogación del cuadro, puesto que un sector de la misma se inclina a suponerlo obra del maestro con importante intervención de su taller. La técnica un tanto monótona, que determina cierta rigidez en los ropajes de la Virgen y una peculiar crispación en los del ángel, justifica las dudas de los especialistas.

miércoles, 28 de julio de 2010

La escollera de Calais - Calais Pier - Joseph Mallord William Turner

La escollera de Calais - Calais Pier - Joseph Mallord William Turner - National Gallery, Londres.  Magnifica composición, cuyo título completo es éste: “El muelle de Calais, con truhanes franceses preparándose para la mar: llega un paquebote inglés”. El menosprecio hacia esa chusma continental deriva de una experiencia personal, nada grata: la de su arribada a Calais con mar tempestuoso en 1802. El pintor ha querido dar un movimiento masivo a su cuadro y, con tal objeto, todo se inclina de izquierda a derecha: las nubes, las olas, los barcos, el muelle. El cuadro completo “marcha” hacia ese lado vertiginosamente. Diríamos que se desploma por la derecha al empuje de la tempestad marina. Dentro de esa ordenación dinámica, el pintor distribuye los elementos cuidadosamente y compone unitariamente cada uno de los diversos grupos.
National Gallery, Londres
1803
172 x 240 cm. Óleo sobre lienzo

Joseph Mallord William Turner
Magnifica composición, cuyo título completo es éste: “El muelle de Calais, con truhanes franceses preparándose para la mar: llega un paquebote inglés”.
El menosprecio hacia esa chusma continental deriva de una experiencia personal, nada grata: la de su arribada a Calais con mar tempestuoso en 1802.
El pintor ha querido dar un movimiento masivo a su cuadro y, con tal objeto, todo se inclina de izquierda a derecha: las nubes, las olas, los barcos, el muelle. El cuadro completo “marcha” hacia ese lado vertiginosamente. Diríamos que se desploma por la derecha al empuje de la tempestad marina.
Dentro de esa ordenación dinámica, el pintor distribuye los elementos cuidadosamente y compone unitariamente cada uno de los diversos grupos.


Obras de:
Joseph Mallord William Turner
Agripina llega con las cenizas de Germánico Aníbal y su ejército cruzan los AlpesCerca de Venecia
Dido construye Cartago El castillo de CarnarvonEl Gran Canal de Venecia
El muelle viejo de Brighton El Temerario remolcado al dique secoLa batalla de Trafalgar, vista de los obenques del palo de mesana a estribor del Victory
La escollera de Calais La guerra. El exiliado y la lapaLa paz. Funerales en el mar
La travesía del arroyo Lluvia, vapor y velocidadNegreros arrojando por la borda a muertos moribundos. Llega un tifón
Pescadores en el mar RéguloRichmond Hill en el cumpleaños del Príncipe Regente
Tempestad de nieve Tormenta de nieve en el valle de AostaUlises se burla de Polifemo


Bodegón del cántaro - Still Life with Water Jug – Paul Cézanne


Paul Cézanne
Es una obra inacabada y por ello ofrece una sorprendente frescura, a la vez que nos ilustra sobre el proceso pictórico de su autor. Vemos en qué consiste la “construcción” con que en primer lugar sitúa los objetos en el lienzo para luego definirlos uno por uno mediante la aplicación del color.
Corresponde esta pintura a un grupo de bodegones en los que la mesa es paralela al plano del cuadro. No está firmado ni fechado, pero podría situarse hacia el año 1893. La presencia de ese cántaro azul, que también aparece en otros bodegones y que se conservó en el último estudio del pintor, demuestra que el lienzo fue pintado en Aix-en-Provence.

martes, 27 de julio de 2010

Venus dormida – Sleeping Venus - Giorgione


Giorgione
Los venecianos fueron los creadores de un género pictórico al que llamaron “poesías”. Son pinturas contemplativas de la belleza, de puro deleite, con resonancias musicales.
Aludiendo a la “musicalidad” de esta obra y, en efecto, para explicarlo no hay más remedio que acudir a términos musicales y hablar del acorde cromático, en el que entran tonos vibrantes y tonos graves, desde la luminosidad del paño blanco de primer término, pasando por la dorada claridad del desnudo que se apoya finalmente en las tintas apacibles del crepúsculo sobre el paisaje. Y del mismo modo, son musicales los ritmos de líneas onduladas que juegan el hermoso cuerpo y la naturaleza en que está inmerso aquél. Poesía lírica, en suma, la de este cuadro que inaugura unas posibilidades para la pintura ignoradas hasta entonces.

Camino del mercado - The market cart – Thomas Gainsborough


Thomas Gainsborough
Uno de los paisajes más conocidos y celebrados de Gainsborough. El autor no pinta jamás una naturaleza real, sino que la elabora en su mente y la compone en su taller.
Le habían pedido que pintara un cuadro de un determinado lugar, a lo que el artista replica que “si su señoría desea tener algo digno del nombre de Gainsborough, el tema en conjunto, así como las figuras, etcétera, deben ser de su propio cerebro…”.
Y entonces inventa esta escena de la carreta de campesinos que acompañados de niños y perros se dirigen al mercado atravesando un frondoso bosque en el que trabaja el leñador.
La frase define perfectamente el espíritu que predomina en el cuadro, un sentimiento poético, quizá un tanto convencional, de la naturaleza. Pero al mismo tiempo una observación certera en ese grupo del caballo, el carro y los aldeanos, que cuida amorosamente las menudas figuras de los niños, destacándolas con toques de luz a la manera de Rembrandt.

lunes, 26 de julio de 2010

Sileno ebrio – Silenus drunk - Antonio Van Dyck

Sileno ebrio – Silenus drunk - Antonio Van Dyck -  Galería de pinturas de Dresde - Staatliche Museen zu Berlin. Cuadro brioso, realizado con extraordinaria fuga, de luz plena y pincelada grande. Las figuras se aprietan llenando por completo la superficie del lienzo y la borrachera del obeso anciano se expresa en una orgía de color, en las cálidas carnaciones realzadas por ese manto rojo y ese manto azul, cuyas tonalidades son tan peculiares de Van Dyck. El cuadro está firmado en el fondo del jarro que empina el borrachín situado detrás con un monograma formado por las tres iniciales AVD del nombre del pintor entrelazadas.
Galería de pinturas de Dresde
1618
107 x 90 cm. Óleo sobre lienzo

Antonio Van Dyck
Cuadro brioso, realizado con extraordinaria fuga, de luz plena y pincelada grande. Las figuras se aprietan llenando por completo la superficie del lienzo y la borrachera del obeso anciano se expresa en una orgía de color, en las cálidas carnaciones realzadas por ese manto rojo y ese manto azul, cuyas tonalidades son tan peculiares de Van Dyck.
El cuadro está firmado en el fondo del jarro que empina el borrachín situado detrás con un monograma formado por las tres iniciales AVD del nombre del pintor entrelazadas


Obras de:
Antonio Van Dyck
Autorretrato El pintor Martín Ryckaert y Sir Endymion Porter y Anton van DyckEl Prendimiento de Cristo
Retrato de Cornelis van der Geest Retrato de la marquesa Geromina SpinolaRetrato de una dama genovesa y su hija
Retrato de James Stuart, Duque de Lennox y Richmond Retrato del grabador Paul du PontRetrato ecuestre de Carlos I de Inglaterra
Sileno ebrio



San Sebastián – Antonello da Messina


Antonello da Messina
Una de las creaciones más importantes de este maestro, porque en ella se condensan y resumen todas las enseñanzas que había asimilado en su carrera artística. Originariamente pintada en tabla y después pasada a lienzo, es obra de madurez, ejecutada en Venecia, en 1475, para la iglesia de san Julián de la ciudad adriática.
El cuerpo apolíneo del santo está amarrado al árbol y atravesado por las flechas del martirio. Está solo en el centro de una vista urbana, una plaza que tiene a los lados edificios rematados por almenas y unidos entre sí por una arquería que amplía el ámbito con una perspectiva lejana. Diversos personajes, que no manifiestan emoción por la cruenta escena, animan los términos secundarios, en la calle y en la terraza que hay sobre los arcos.
Antonello se sitúa en un punto de vista muy bajo para realzar la figura principal y hacer destacar su cabeza sobre el alto cielo azul, en el que pone unas nubes blancas como contrapunto luminoso a la claridad del torso del mártir.
Esta luminosidad es típicamente veneciana y ha de atribuirse al contacto con los pintores que en aquel tiempo trabajaban en la república véneta y muy especialmente con Giovanni Bellini. Pero también han observado los comentaristas de esta obra que el tratamiento del espacio y de los valores atmosféricos parece una adaptación personal del estrilo de Piero Della Francesca. Y se ha señalado que el hombre tendido en el suelo, a la parte izquierda, presenta ese audaz escorzo, visto desde los pies, que tan grato era a Andrea Mantegna.

domingo, 25 de julio de 2010

Sagrada Familia – Sacred Family - Andrea Mantegna


Andrea Mantegna

Es un cuadro de medias figuras en el que aparecen la Virgen con el Niño Jesús desnudo, san José, santa Ana (o santa Isabel) y san Juanito. Todas ellas están situadas en un mismo plano, llenando por completo la superficie, en una composición vertical modulada por líneas oblicuas.
Luces y sombras hábilmente dosificadas dan el volumen hasta producir el efecto de un bajo relieve. Y, en verdad, salta a la vista que estamos ante una obra de inspiración escultórica, esa inspiración que Mantegna buscó frecuentemente en Donatello y en la antigüedad clásica.
Es patente el recuerdo de Donatello en la manera de componer, así como en el desnudo infantil, en el óvalo facial de María o en el plegado de sus ropajes. Pero también ha adoptado con todo rigor el principio grecorromano de la isocefalia, o sea, la colocación de todas las cabezas a un mismo nivel, formando un friso. Y esta impresión clasicista se refuerza al ver la testa de san José, tan vigorosa y de tanto carácter como el retrato esculpido de un patricio de época imperial.
La poderosa plasticidad de este cuadro está servida por un dibujo rotundo e incisivo, que distingue a la mano de su autor. Está pintado sobre lienzo, soporte poco usado en su tiempo y que Mantegna empleó repetidamente.

Retrato del señor de Morette – Portrait of M. de Morette - Hans Holbein el Joven


Hans Holbein el Joven
Parece que el modelo quiere sobrecoger al espectador con su tremenda y hasta amenazadora personalidad. La composición repite casi con exactitud la del conocido retrato del rey Enrique VIII de Inglaterra por el mismo artista. Es idéntica la posición frontal, mirando ante sí con altivez, los brazos bajos y adelantados, ligeramente más alto el derecho, un guante cogido en esta mano y puesto el de la izquierda, etc. Es también muy suntuosa la indumentaria que luce, con sus mangas acuchilladas, su guarnición de pieles, el sombrero con joyel, la cadena de oro y hasta la preciosa daga que empuña y con la que parece acentuar su energía.

Retrato de una dama con abanico - Portrait of a Lady in White - Vecellio di Gregorio Tiziano

Retrato de una dama con abanico -  Portrait of a Lady in White - Vecellio di Gregorio Tiziano - Titian - Galería de pinturas de Dresde. Este retrato está considerado como una de las más encantadoras figuras femeninas que pintó Tiziano y se ha creído que se trata de la hija del artista, por lo que ha sido designada con el título de Lavinia vestida de novia. Como de costumbre, hay poderosos argumentos en pro y en contra. En primer lugar, el que lleve vestido blanco y un abanico no asegura que vaya a celebrar su boda, pues no era de rigor el traje blanco para las novias, y en cuanto al abanico en forma de banderola, era de uso en muchas fiestas.
Galería de pinturas de Dresde
1553
86 x 102 cm. Óleo sobre lienzo

Vecellio di Gregorio Tiziano
Este retrato está considerado como una de las más encantadoras figuras femeninas que pintó Tiziano y se ha creído que se trata de la hija del artista, por lo que ha sido designada con el título de Lavinia vestida de novia.
Como de costumbre, hay poderosos argumentos en pro y en contra. En primer lugar, el que lleve vestido blanco y un abanico no asegura que vaya a celebrar su boda, pues no era de rigor el traje blanco para las novias, y en cuanto al abanico en forma de banderola, era de uso en muchas fiestas.


Obras de:
Vecellio di Gregorio Tiziano
Adán y Eva Amor profano y amor divinoAutorretrato
Concierto campestre Coronación de espinasDánae recibiendo la lluvia de oro
El Dux Niccolo Marcello El emperador Carlos V, a caballo en MühlbergEl hombre de la palma
El hombre del guante El hombre vestido de azulEl tributo del cesar
Flora Jesús y el CireneoLa Bacanal de los Andrios
La Venus de Urbino La Venus del PardoLa Virgen con el Niño entre San Antonio de Padua y San Roque
La Virgen de san Nicoló dei Frari La Virgen y el NiñoNoli me Tangere
Ofrenda a Venus, diosa de los amores PiedadRetrato de Cristoforo Madruzzo
Retrato de Felipe II Retrato de Francisco IRetrato de la emperatriz Isabel de Portugal
Retrato de un caballero veneciano Retrato de una dama con abanicoRetrato de una hija de Roberto Strozzi
Retrato del Dux Andrea Gritti Retrato del Dux Marcantonio TrevisaniRetrato del emperador Carlos V
Retrato del papa Paulo III San Juan BautistaVenus ante un espejo
Venus recreándose con el Amor y la Música / Venus recreándose en la Música Venus vendando los ojos del AmorVenus y Adonis


sábado, 24 de julio de 2010

Retrato de un joven – Portrait of a young man - Alberto Durero


Alberto Durero
Es el busto de un personaje de rostro atormentado: la mirada perdida, la nariz aplastada, los pómulos salientes, la prominente barbilla dan una sensación de inquietud vital. Lleva un vestido rico, pero muy sobrio, de color oscuro, sin ninguna joya. Entre las manos, adelantadas hasta el borde del cuadro, tiene el pliego de una carta. La gravedad del modelo se armoniza con el fondo rojizo.
Está firmado con el conocido monograma del pintor, que encierra la D de su apellido en la A del nombre. No es posible afirmar con certeza la identidad del retratado. Se ha publicado algunas veces como retrato del pintor y decorador Bernard van Orley, activo en Bruselas, fundándose para ello en la interpretación de unas notas del propio Durero. Pero parece más probable que se trate de un ciudadano llamado Bernard von Resten.

Retrato de Saskia van Uijlenburgh - Portrait of Saskia van Uijlenburgh - Rembrandt Harmenszoon van Rijn


Rembrandt Harmenszoon van Rijn
La época más feliz de Rembrandt es la de su matrimonio con Saskia. La gran actividad del pintor en ese tiempo y la dote de su esposa les proporcionan medios para una vida alegre y refinada, hasta que ella muere en 1642. Reflejo de esa etapa de oro en la accidentada existencia de Rembrandt es este retrato, uno de los varios que hizo a su mujer en aquel período, a la que también toma como modelo para cuadros alegóricos al estilo de la Flora.
Saskia nos mira sonriente, muy bien ataviada con un vestido bordado y un rico collar. El ala del gran sombrero emplumado vela la intensidad de la mirada y le da misterio, un misterio acentuado por la espesa sombra que rodea a la figura iluminada. Es un retrato pintado con admiración y con amor, donde se traslucen los sentimientos de Rembrandt en aquellos días.

Retrato de hombre – Portrait of man - Frans Hals


Frans Hals
Es necesario que recordemos las dimensiones de este retrato, 25 centímetros escasos en el lado mayor. La reproducción podría hacernos creer que se trataba de una figura de tamaño natural. Porque el pintor la ha planteado con la misma grandeza y se ha complacido en los detalles como si fuera mucho mayor. El tamaño no ha sido obstáculo para que la asombrosa habilidad de Hals capte agudamente el temperamento del personaje y nos lo presente, plácido y bonachón, con su cuello de encaje y su ancho sombrero.
El pintor no ha tenido más que tomar un pincel más delgado y aplicar su técnica habitual, sin que le fallen la visión ni la mano. La pincelada suelta y vivaz tiene la justa proporción, las luces y las sombras se mezclan con sutiles gradaciones y, en definitiva, Hals no ha hecho más que reducir su propia escala.

miércoles, 21 de julio de 2010

Retablo de santa Catalina (tabla central) – St. Catherine Altarpiece (central panel) - Lucas Cranach el Viejo


Lucas Cranach el Viejo
Muestra una escena muy agitada, repleta de personajes, en la que sólo está quieta la figura arrodillada y en oración de la mártir. A su lado, en la derecha, están los verdugos confundidos por el fuego celeste que destruye la rueda de cuchillos preparada para el tormento y la lluvia de piedras, mientras de las negras nubes sale un rayo de trazado tan geométrico como ingenuo.
A la izquierda hay un grupo de hombres vestidos a la moda tudesca, con rasgos tan pronunciados en sus rostros que sugieren la posibilidad de que sean retratos de personas determinadas, como puede apreciarse en el varón coronado que levanta la mano para protegerse del pedrisco. El que cae al suelo con su caballo, en el centro del cuadro, justamente detrás de la santa, ha sido identificado tradicionalmente como el humanista Hans von Schwarzenberg, de una familia principesca de Franconia cuyos miembros eran barones del Imperio; al menos sus iniciales coinciden con las que ostenta el caballo en la correa del frontal.
El aire goticista que tiene toda la obra, con sus figuras en un mismo plano, la sitúa en las primeras fases de la producción de su autor, que luego había de evolucionar hacia un estilo más libre y naturalista.

Pelea de campesinos jugando a las cartas – Fight of peasants playing cards - Adriaen Brouwer


Adriaen Brouwer
Pintura de género dedicada a la vida pícara y miserable. El tramposo ha sido sorprendido por su contrincante y éste, indignado, le va a romper un jarro en la cabeza. El tercer jugador parece disponerse a intervenir en la lucha.
La violencia de la escena ha sido ordenada por el pintor incluyendo las figuras en un triángulo, destacado por la luz sobre la penumbra del fondo. Hay así un contraste plástico de agitación y de quietud. Lo pintoresco de la anécdota no merma el rigor con que la tablita está realizada y su especial esmero en los objetos de bodegón que contribuyen a crear el ambiente.

Mucio Escévola – Hans Baldung Grien


Hans Baldung Grien
El episodio nos refiere la hazaña del romano del siglo VI antes de Cristo que se dejó quemar la mano derecha en un brasero por haber fracasado en su intento de matar a Porsena, rey de los etruscos. Mucio está a la izquierda, sufriendo impávido el tormento y volviendo la mirada a Porsena que, cetro en mano, está sentado ante su tienda de campaña. Al lado del tirano hay un personaje que muere con una cuchillada en el cuello. Dentro de la tienda están los administradores del rey cuidando de unos talegos que, sin duda, están llenos de oro y serán producto del saqueo de Roma, ciudad que se ve al fondo revestida de una arquitectura nada clásica y sí muy alemana del final de la Edad Media. Hombres armados con picas y alabardas circulan por el campamento.

martes, 20 de julio de 2010

Mercurio y Argos – Mercury and Argos - Pedro Pablo Rubens


Pedro Pablo Rubens
Se narra un episodio de la mitología clásica. Júpiter ha seducido a Io y para ocultar el desliz la convierte en ternera. Confía la custodia del animal a Argos, a quien vemos reposar en incómoda postura, recostado en el tronco de un árbol. Se dice que Argos tenía cien ojos y sólo cerraba la mitad de ellos para dormir; a Rubens se le ha resistido esta monstruosidad y sólo le ha puesto dos ojos, pero el izquierdo bien abierto. Llega Mercurio (el Hermes griego) dispuesto a rescatar a Io, para lo cual se vale de su habilidad como músico. Con el sonido de su flauta adormecerá por completo a Argos y podrá salvar a la metamorfoseada reina.
Rubens ha dispuesto una composición muy simple con las tres figuras alineadas, valorando el contraste entre los tres cuerpos: el bello y ágil de Mercurio, el fuerte y musculoso de Argos y el cándido de la vaca. Por entre ellos circulan el aire y la luz, que viene del horizonte y traspasa los nubarrones. El efecto barroco está logrado por la agitación del paisaje tras la quietud de las figuras.
Cuando se contempla con detalle esta o cualquier otra obra de Rubens siempre sorprende la maestría del pincel que define y modela con maravillosa eficacia.

La Virgen de la rosa – The Virgin of the Rose - Parmigianino


Parmigianino
El cuadro es de una composición anómala y complicada, con esa rara postura del Niño Jesús, tendido y apoyado en la bola del mundo mientras alza la flor en su mano derecha, lo mismo que con la afectada posición de las manos de la Virgen en las que el Parmigianino alardea de su habilidad como dibujante. A pesar de su carácter religioso, respira esta pintura una refinada sensualidad, subrayada por las violentas ondulaciones de ropajes y cortinajes.

La Virgen adorando al Niño Jesús – The Virgin adoring the Infant Jesus - Lorenzo di Credi


Lorenzo di Credi
La figura se destaca por contraste sobre el oscuro macizo arquitectónico que llena el centro de la composición y que abre a los lados dos espacios luminosos de paisaje nítido y concreto, en uno de los cuales se ve a san José tranquilamente sentado y en el otro hay una típica fortaleza norteitaliana junto al puente guarnecido por torres. En primer término, el Niño Jesús desnudo, rubio y carnoso, en una postura de infantil despreocupación.
El dibujo sin fallo, la pulcritud de la materia, el buen oficio, en una palabra, son las notas distintivas de esta bella tabla.

lunes, 19 de julio de 2010

La caza del jabalí – Wild-Boar Hunt - Pedro Pablo Rubens


Pedro Pablo Rubens
Cuadro clamoroso en que resuenan los rumores del bosque, las trompas, los gritos de los hombres y los alaridos de las bestias. Todo es vertiginoso en la exaltación barroca de este cuadro: los caballos que persiguen a la fiera, los perros que se lanzan sobre ella, los hombres de a pie que esperan a la alimaña para rematarla.
Ahora bien, todo este torbellino venatorio está perfectamente ordenado y dispuesto por grupos dentro de la fragosidad del bosque. Las resonancias y los ecos están distribuidos como los sonidos de una orquesta en la que el pincel de Rubens hace oficio de batuta. Y de todo ello emana una sabia armonía, tan admirable en su conjunto como en la perfección de cada detalle.
Es obra de la plenitud del artista y uno de sus más bellos paisajes.

La alcahueta – The go-between - Jan Vermeer de Delft

La alcahueta – The go-between - Jan Vermeer de Delft - Galería de pinturas de Dresde - Gemäldegalerie Alte Meister, Dresden. Obra ciertamente de género por su asunto, pero la alta visión de su autor le da mucho mayor alcance por su extraordinaria fuerza plástica, por la densidad humana que tiene la composición, por la vitalidad de los cuatro personajes y por la manera magistral con que la técnica sirve al realismo. Una muchacha de mala vida recibe su estipendio de tres alegres bebedores. Sus expresiones y sus miradas crean una comunicación inmediata entre ellos y con el espectador. No faltan los objetos de ambientación en los que Vermeer luzca su dominio de la naturaleza muerta: la alfombra multicolor, el jarro de cerámica de Delft,  las copas transparentes. Y un contraste cromático de gran audacia, desde el corpiño amarillo de la muchacha hasta el traje negro del personaje de la izquierda. En este último se ha querido ver un autorretrato. El fundamento sería que lleva puesto el mismo vestido acuchillado y la misma boina que El pintor en su estudio, también de Vermeer. Como el artista del estudio está de espaldas, no podemos ver su cara y confrontarla con el juerguista. En cuanto a la joven, su rostro aparece en otros cuadros de Vermeer y se ha supuesto que se trate de su esposa, que entonces tendría veintitrés años, pero no parece muy natural que su marido la haya pintado en situación tan poco digna.
Galería de pinturas de Dresde
1656
143 × 130 cm. Óleo sobre lienzo

Jan Vermeer de Delft
Obra ciertamente de género por su asunto, pero la alta visión de su autor le da mucho mayor alcance por su extraordinaria fuerza plástica, por la densidad humana que tiene la composición, por la vitalidad de los cuatro personajes y por la manera magistral con que la técnica sirve al realismo.
Una muchacha de mala vida recibe su estipendio de tres alegres bebedores. Sus expresiones y sus miradas crean una comunicación inmediata entre ellos y con el espectador.
No faltan los objetos de ambientación en los que Vermeer luzca su dominio de la naturaleza muerta: la alfombra multicolor, el jarro de cerámica de Delft, las copas transparentes. Y un contraste cromático de gran audacia, desde el corpiño amarillo de la muchacha hasta el traje negro del personaje de la izquierda.
En este último se ha querido ver un autorretrato. El fundamento sería que lleva puesto el mismo vestido acuchillado y la misma boina que El pintor en su estudio, también de Vermeer. Como el artista del estudio está de espaldas, no podemos ver su cara y confrontarla con el juerguista. En cuanto a la joven, su rostro aparece en otros cuadros de Vermeer y se ha supuesto que se trate de su esposa, que entonces tendría veintitrés años, pero no parece muy natural que su marido la haya pintado en situación tan poco digna.


Obras de:
Jan Vermeer de Delft
El pintor en su taller La alcahuetaLa encajera
La mujer del collar de perlas Muchacha dormida Mujer joven con una jarra
Mujer pesando perlas


Ganímedes raptado por el águila - Ganymede abducted by the eagle - Rembrandt Harmenszoon van Rijn


Rembrandt Harmenszoon van Rijn
El desconcierto que nos produce esta pintura se debe a la manera en que está tratado el tema mitológico, verdaderamente escandalosa para cualquier espíritu clasicista; Rembrandt hace una amarga burla de la fábula divina.
El hijo del rey de Troya, Ganímedes, es tan bello que su hermosura llega a oídos de Zeus y decide raptarlo y darle en el Olimpo el oficio de copero de los dioses. De acuerdo con el mito, la escultura antigua y luego el arte del Renacimiento habían hecho de Ganímedes un mancebo deslumbrante, un arquetipo de belleza masculina.
Rembrandt ha imaginado una escena realista, quitando a la leyenda toda su poesía. El águila que encubre a Zeus es un pajarraco de mal agüero que sale de las sombras para cometer su fechoría. Y Ganímedes es un niño francamente feo, en postura indecorosa al debatirse berreando contra la violencia del rapto.
Esta composición ilustra, mejor que cualquier otra, acerca de las ideas estéticas del maestro holandés. La belleza pictórica debe consistir en la pintura misma, sin que necesite apoyarse en la belleza formal e ideal del asunto. La mano del pintor basta para embellecer cualquier cosa que el mundo y la vida nos ofrezcan. En esta concepción está el secreto fundamental del arte barroco.

domingo, 18 de julio de 2010

El tocador de laúd Giovanni Gabrielli - The player of lute Giovanni Gabrielli - Annibale Carracci


Annibale Carracci
Carracci prescinde de su habitual clasicismo y se acoge al realismo tenebrista que Caravaggio ponía en boga. Un intenso claroscuro hace emerger de las sombras el rostro agudo del músico, su laúd y las manos que lo tañen. La ropilla negra que viste se confunde con el fondo. Tal procedimiento nos indica que debió ser pintado en los últimos, años de actividad de su autor cuando el espíritu caravaggiesco se empezaba a difundir.
Giovanni Gabrielli fue un músico veneciano importante, organista de san Marcos y autor de composiciones religiosas y profanas, entre las que destaca un libro de Madrigales que publicó en 1587. Como un madrigalista, acompañándose con el laúd, lo pintó su amigo Carracci.

El pintor en su taller – The painter in his studio - Adriaen Van Ostade

El pintor en su taller – The painter in his studio - Adriaen Van Ostade -  Galería de pinturas de Dresde - Gemäldegalerie Alte Meister. El cuadro, firmado y fechado en 1663, corresponde a la etapa en que Van Ostade ha atenuado su claroscuro y se aparta de la expresión violenta. Aquí nos muestra a un pintor trabajando en una estancia amplia y bastante destartalada, por la que difunde la luz una ventana grande de cristales emplomados. Al fondo está el ayudante moliendo los colores. Como dato curioso respecto a la manera de proceder de aquellos pintores, vemos que hay un boceto sujeto al caballete que sirve de modelo al artista para ampliarlo en su pintura. Se vale del tiento para apoyar el brazo derecho al pintar y en el estudio hay toda clase de cachivaches del oficio, incluyendo un maniquí articulado, modelos en yeso, botes de pintura, etc. Nos muestra lo que era un taller de artista, muy parecido a muchos de los de hoy en día.
Galería de pinturas de Dresde
1663
38 × 35,5 cm. Óleo sobre tabla de roble

Adriaen Van Ostade
El cuadro, firmado y fechado en 1663, corresponde a la etapa en que Van Ostade ha atenuado su claroscuro y se aparta de la expresión violenta. Aquí nos muestra a un pintor trabajando en una estancia amplia y bastante destartalada, por la que difunde la luz una ventana grande de cristales emplomados. Al fondo está el ayudante moliendo los colores. Como dato curioso respecto a la manera de proceder de aquellos pintores, vemos que hay un boceto sujeto al caballete que sirve de modelo al artista para ampliarlo en su pintura. Se vale del tiento para apoyar el brazo derecho al pintar y en el estudio hay toda clase de cachivaches del oficio, incluyendo un maniquí articulado, modelos en yeso, botes de pintura, etc. Nos muestra lo que era un taller de artista, muy parecido a muchos de los de hoy en día.

El hombre de la palma - The man of the palm - Vecellio di Gregorio Tiziano

El hombre de la palma - The man of the palm - Vecellio di Gregorio Tiziano - Titian - Galería de pinturas de Dresde. La inscripción que lleva el cuadro, abajo a la izquierda, y no parece autógrafa de Tiziano nos informa de que el personaje tiene cuarenta y seis años y que se pintó en 1561, fecha que conviene perfectamente a su estilo. Con más ingenio que fundamento se ha supuesto que la palma es alusiva al nombre del retratado y que éste será el pintor Antonio Palma, pero no existe un retrato seguro con el que poder contrastar esta identificación. Contra esta teoría se hace la objeción de que en el alféizar de la ventana, a la izquierda del cuadro, aparece una caja rectangular, dividida en pequeños departamentos, que más parece propia del ajuar de un boticario, acompañada de una espátula. Sea como sea, la efigie resulta impresionante, no sólo por la gravedad de carácter que acusa la altiva fisonomía, sino también por la oscura entonación de todo el lienzo, apenas animado por una tenue luz de anochecer sobre el estrecho paisaje. El hosco retrato es un alarde de dominio del oficio, que se luce sobre todo en la rica materia de la faz y de la mano, tan bien modeladas sin fatiga de pincel.
Galería de pinturas de Dresde
1561
138 x 116 cm. Óleo sobre lienzo

Vecellio di Gregorio Tiziano
La inscripción que lleva el cuadro, abajo a la izquierda, y no parece autógrafa de Tiziano nos informa de que el personaje tiene cuarenta y seis años y que se pintó en 1561, fecha que conviene perfectamente a su estilo. Con más ingenio que fundamento se ha supuesto que la palma es alusiva al nombre del retratado y que éste será el pintor Antonio Palma, pero no existe un retrato seguro con el que poder contrastar esta identificación.
Contra esta teoría se hace la objeción de que en el alféizar de la ventana, a la izquierda del cuadro, aparece una caja rectangular, dividida en pequeños departamentos, que más parece propia del ajuar de un boticario, acompañada de una espátula.
Sea como sea, la efigie resulta impresionante, no sólo por la gravedad de carácter que acusa la altiva fisonomía, sino también por la oscura entonación de todo el lienzo, apenas animado por una tenue luz de anochecer sobre el estrecho paisaje.
El hosco retrato es un alarde de dominio del oficio, que se luce sobre todo en la rica materia de la faz y de la mano, tan bien modeladas sin fatiga de pincel.


Obras de:
Vecellio di Gregorio Tiziano
Adán y Eva Amor profano y amor divinoAutorretrato
Concierto campestre Coronación de espinasDánae recibiendo la lluvia de oro
El Dux Niccolo Marcello El emperador Carlos V, a caballo en MühlbergEl hombre de la palma
El hombre del guante El hombre vestido de azulEl tributo del cesar
Flora Jesús y el CireneoLa Bacanal de los Andrios
La Venus de Urbino La Venus del PardoLa Virgen con el Niño entre San Antonio de Padua y San Roque
La Virgen de san Nicoló dei Frari La Virgen y el NiñoNoli me Tangere
Ofrenda a Venus, diosa de los amores PiedadRetrato de Cristoforo Madruzzo
Retrato de Felipe II Retrato de Francisco IRetrato de la emperatriz Isabel de Portugal
Retrato de un caballero veneciano Retrato de una dama con abanicoRetrato de una hija de Roberto Strozzi
Retrato del Dux Andrea Gritti Retrato del Dux Marcantonio TrevisaniRetrato del emperador Carlos V
Retrato del papa Paulo III San Juan BautistaVenus ante un espejo
Venus recreándose con el Amor y la Música / Venus recreándose en la Música Venus vendando los ojos del AmorVenus y Adonis


sábado, 17 de julio de 2010

El artista con su esposa – The artist with his wife - Gabriel Metsu


Gabriel Metsu
Puestos a retratarse, Metsu y su mujer se han convertido en dos personajes de escena de género, ante una mesa bien servida, en una posada cuya sirviente anota la cuenta en una pizarra. La posición del hombre sobre el brazo del sillón, alzando su copa y pasando el brazo por el hombro de ella, no deja de recordar la actitud del retrato doble de Rembrandt y Saskia. Pero la idea pictórica es completamente distinta entre uno y otro. En Metsu se trata de una anécdota, acaso de un recuerdo del día en que vivieron un momento feliz. Por eso se reconstruye con toda fidelidad el ambiente, en la amable penumbra del mesón, donde los elegantes atavíos de la pareja lucen sus vivos colores.
Como en todos estos pintores holandeses, lo más destacable es el oficio, la perfección manual con que todo está descrito, elevando así el rango de un arte poco ambicioso en sus objetivos. La tabla lleva, con la firma, la fecha de 1661.

Cabañas junto a un pozo – Peasant Huts with a Sweep Well - Jan Van Goyen

Cabañas junto a un pozo – Peasant Huts with a Sweep Well - Jan Van Goyen -  Galería de pinturas de Dresde -  Gemäldegalerie, Dresden. En este paisaje puro, solo animado por la presencia quieta de unos cuantos campesinos, entre ellos los que sacan agua del pozo, han desaparecido los rojos y los azules para emplear únicamente verde, amarillo, pardo y sus matices intermedios. Una línea diagonal recorta el tema sobre un cielo nublado, al que Van Goyen concede siempre mucha atención. Es este cielo el que determina la luz igual y apagada, sin apenas contrastes, que domina el conjunto. Anotemos, por último, el toque de pincel tan peculiar, a pequeños golpes que forman como escamas y dan a la pintura un cabrilleo especial.
Galería de pinturas de Dresde
1633
55 x 80 cm. Óleo sobre tabla de roble

Jan Van Goyen
En este paisaje puro, solo animado por la presencia quieta de unos cuantos campesinos, entre ellos los que sacan agua del pozo, han desaparecido los rojos y los azules para emplear únicamente verde, amarillo, pardo y sus matices intermedios. Una línea diagonal recorta el tema sobre un cielo nublado, al que Van Goyen concede siempre mucha atención. Es este cielo el que determina la luz igual y apagada, sin apenas contrastes, que domina el conjunto.
Anotemos, por último, el toque de pincel tan peculiar, a pequeños golpes que forman como escamas y dan a la pintura un cabrilleo especial.

Bodegón con un pastel de moras – Still Life with a blueberry pie - Willem Claesz Heda


Willem Claesz Heda
Cuadro impecablemente pintado, casi esmaltado, agrupando objetos muy diversos en un cuidado desorden.
El artista juega el contraste de calidades entre el sabroso pastel, el mantel de lienzo, los vidrios y los metales. Especial importancia tienen los reflejos, en la transparencia del vino blanco, en los convexos gallones de la copa de plata repujada. Cada cosa es lo que es y el pintor se esfuerza por hacernos sentir su tacto.
Podría parecer que éste es un arte de puro oficio, sin más trascendencia que la apurada representación del natural. Y, sin embargo, en este bodegón y en otros de su especie late una sensación vital, algo que nos evoca una manera de ser y de vivir.
Hasta es posible que en el cuadro de Heda haya una intención moralizadora. Acaso en la intención del autor el reloj de bolsillo de la derecha y la copa rota a la izquierda quieren recordarnos el paso del tiempo y la caducidad de los placeres.

Retrato de la marquesa Geromina Spinola – Portrait of the Marquise Geromina Spinola - Antonio Van Dyck

Retrato de la marquesa Geromina Spinola – Portrait of the Marquise Geromina Spinola - Antonio Van Dyck -  Galería Dahlem de Berlín - Staatliche Museen zu Berlin. Distinguida dama de una de las más ilustres familias genovesas, pues era hija de Paolo Doria y casó con Felipe Spinola, marqués de los Balbases, hijo de Ambrosio, el militar genovés que estuvo al servicio de Felipe III y Felipe IV de España. También Felipe luchó en las filas españolas durante la campaña del Rosellón. En el retrato de la esposa, Van Dyck ha aplicado aún con más rigor su sistema de concentrar la atención en las facciones y manos del modelo, sumiendo el resto del cuadro en la oscuridad. Apenas adivinamos su figura, alta y arrogante, dentro del vestido negro, con la única concesión al color de esos puños rojos que tienen por objeto realzar las finas manos. La apostura de la hermosa joven tiene una suprema elegancia, que hay que atribuir tanto a ella como a la magia del pintor.
Galería Dahlem de Berlín
1620
221 × 147 cm. Óleo sobre lienzo

Antonio Van Dyck
Distinguida dama de una de las más ilustres familias genovesas, pues era hija de Paolo Doria y casó con Felipe Spinola, marqués de los Balbases, hijo de Ambrosio, el militar genovés que estuvo al servicio de Felipe III y Felipe IV de España. También Felipe luchó en las filas españolas durante la campaña del Rosellón.
En el retrato de la esposa, Van Dyck ha aplicado aún con más rigor su sistema de concentrar la atención en las facciones y manos del modelo, sumiendo el resto del cuadro en la oscuridad. Apenas adivinamos su figura, alta y arrogante, dentro del vestido negro, con la única concesión al color de esos puños rojos que tienen por objeto realzar las finas manos. La apostura de la hermosa joven tiene una suprema elegancia, que hay que atribuir tanto a ella como a la magia del pintor.


Obras de:
Antonio Van Dyck
Autorretrato El pintor Martín Ryckaert y Sir Endymion Porter y Anton van DyckEl Prendimiento de Cristo
Retrato de Cornelis van der Geest Retrato de la marquesa Geromina SpinolaRetrato de una dama genovesa y su hija
Retrato de James Stuart, Duque de Lennox y Richmond Retrato del grabador Paul du PontRetrato ecuestre de Carlos I de Inglaterra
Sileno ebrio



Martirio de santa Águeda - Martyrdom of St. Agatha - Giovanni Battista Tiépolo

Martirio de santa Águeda - Martyrdom of St. Agatha - Giovanni Battista Tiépolo - Gemäldegalerie, Berlin - Galería Dahlem de Berlín. Se trata de un cuadro de altar al que le falta la parte superior, pues remataba en un medio punto donde estaba pintado un corazón, en el centro de una corona de espinas con aureola de rayos. Al pie de una columna está sentada la santa mártir, pálida pero bellísima, alzando los ojos hacia aquel corazón, hoy desaparecido. Una mujer le tapa y enjuga con un lienzo el sangrante seno, mientras un joven, al otro lado, sostiene una bandeja con los pechos cruelmente amputados. Detrás, un gigantesco verdugo, seguido por otros hombres con alabardas. Tiépolo ha paliado la ferocidad de la escena, limitando la sangre al mínimo necesario para sugerir el hecho y empleando colores claros, de gran luminosidad. Con su infalible dominio del dibujo ha trazado unas figuras hermosas, de enorme fuerza plástica, y se ha recreado en la delicada matización de los tonos hasta hacer olvidar el horror del martirio.
Galería Dahlem de Berlín
1750
184 x 131 cm. Óleo sobre lienzo

Giovanni Battista Tiépolo
Se trata de un cuadro de altar al que le falta la parte superior, pues remataba en un medio punto donde estaba pintado un corazón, en el centro de una corona de espinas con aureola de rayos.
Al pie de una columna está sentada la santa mártir, pálida pero bellísima, alzando los ojos hacia aquel corazón, hoy desaparecido. Una mujer le tapa y enjuga con un lienzo el sangrante seno, mientras un joven, al otro lado, sostiene una bandeja con los pechos cruelmente amputados. Detrás, un gigantesco verdugo, seguido por otros hombres con alabardas.
Tiépolo ha paliado la ferocidad de la escena, limitando la sangre al mínimo necesario para sugerir el hecho y empleando colores claros, de gran luminosidad. Con su infalible dominio del dibujo ha trazado unas figuras hermosas, de enorme fuerza plástica, y se ha recreado en la delicada matización de los tonos hasta hacer olvidar el horror del martirio.


Obras de:
Giovanni Battista Tiépolo
Abraham y los tres ángeles Adoración de los Reyes Agar e ismael en el desierto
Armida abandonada por Rinaldo Investidura del obispo Harold como duque de Franconia Las virtudes teologales
Martirio de santa Águeda Virgen del Carmen


Malle Babbe – Frans Hals


Frans Hals
El título procede de una inscripción al reverso del lienzo, donde parece leerse: “Malle Babbe van Haarlem P. Frans Hals.” Es decir, se trata de una mujer de Haarlem a la que Hals califica de Babbe, que es algo así como “vieja solterona”. Nada más sabemos del personaje, con su aire de bruja, empuñando un gran jarro de vino y teniendo un mochuelo posado sobre el hombro izquierdo.
El comentario a este cuadro es obvio. Cualquier espectador se siente sorprendido por su modernidad, por esa pincelada suelta, fugada y libre con la que Hals se anticipa a Goya, y aun a los impresionistas. Y no solo por la ejecución, sino también por el sentimiento, tan lejano de los cánones de belleza y de los convencionalismos de su tiempo

miércoles, 14 de julio de 2010

La nodriza y el niño – The nurse and child - Frans Hals


Frans Hals
Cuadro adorable por la natural ingenuidad que respira. Todo es sano, risueño y apacible en este retrato, en el que el pintor se afana dócilmente en pintar con todo detalle la floreada tela del vestido infantil, los encajes y las puntillas. Un realismo apurado define las dos simpáticas figuras y les presta aliento vital. Luce aquí el más depurado oficio de la tradición neerlandesa.

La mujer del collar de perlas - Woman with a Pearl Necklace - Vermeer de Delft

La mujer del collar de perlas - Woman with a Pearl Necklace - Vermeer de Delft - Galería Dahlem de Berlín. El cuadro, del período tardío del artista, es de suprema madurez, la composición se ha simplificado y se ha quintaesenciado el cromatismo, con la eliminación casi total del rojo y la exaltada vibración del amarillo sobre otros tonos neutros. Está firmado, aunque no fechado, en el canto de la mesa, La joven contempla el collar de perlas que acaba de colocar en su cuello, mirándose en un pequeño espejo puesto junto a la ventana. Solo tiene un valor relevante la figura en pie situada a la derecha y a la que en el lado opuesto da réplica el cortinaje amarillo. Todo el centro del cuadro es un gran vacío, oscuro en su mitad inferior y más claro en la superior. Ahora bien, ese espacio vacío es donde palpita la luz y donde se crea la atmósfera, donde el virtuosismo del autor llega a su más alto grado.
Galería Dahlem de Berlín
1664
55 × 45 cm, Óleo sobre tabla

Vermeer de Delft
El cuadro, del período tardío del artista, es de suprema madurez, la composición se ha simplificado y se ha quintaesenciado el cromatismo, con la eliminación casi total del rojo y la exaltada vibración del amarillo sobre otros tonos neutros. Está firmado, aunque no fechado, en el canto de la mesa, La joven contempla el collar de perlas que acaba de colocar en su cuello, mirándose en un pequeño espejo puesto junto a la ventana. Solo tiene un valor relevante la figura en pie situada a la derecha y a la que en el lado opuesto da réplica el cortinaje amarillo. Todo el centro del cuadro es un gran vacío, oscuro en su mitad inferior y más claro en la superior. Ahora bien, ese espacio vacío es donde palpita la luz y donde se crea la atmósfera, donde el virtuosismo del autor llega a su más alto grado.


Obras de:
Jan Vermeer de Delft
El pintor en su taller La alcahuetaLa encajera
La mujer del collar de perlas Muchacha dormida Mujer joven con una jarra
Mujer pesando perlas


La muestra de Gersaint – L’enseigne de Gersaint - Antoine Watteau

La muestra de Gersaint – L’enseigne de Gersaint - Antoine Watteau, Galería Dahlem de Berlín , En el verano de 1720 se instala el artista en casa de Gersaint, marchante de cuadros como su suegro Sirios, ambos amigos y protectores del artista. Desean una muestra de buen gusto para anunciar su tienda del puente de Notre-Dame y Watteau pinta en ocho mañanas el cuadro que se nombra siempre en francés como L’enseigne de Gersaint. Cristo, modern art, contemporary art, Cuadros, Madrid, Art gallery, Obras maestras, Pintura, Escultura, Poesía, Artistas universales, Museos importantes, Museo del Prado, D'Orsay, Louvre, National Gallery, Italia, París, Londres, Renacimiento, Barroco, Impresionismo, New York, Florencia, Moscú, Museo del Arte.
Galería Dahlem de Berlín
1720
166 cm × 306 cm. Óleo sobre lienzo

Antoine Watteau
En el verano de 1720 se instala el artista en casa de Gersaint, marchante de cuadros como su suegro Sirios, ambos amigos y protectores del artista. Desean una muestra de buen gusto para anunciar su tienda del puente de Notre-Dame y Watteau pinta en ocho mañanas el cuadro que se nombra siempre en francés como L’enseigne de Gersaint.
Originariamente la entrada del establecimiento formaba un arco y el cuadro se adaptaba a esa forma. El soporte lo constituyen dos lienzos separados cuyas composiciones se enlazan al juntarse. El autor ha hecho coincidir la unión con la línea vertical de las dos hojas de la puerta del fondo, a fin de disimular la juntura en lo posible.
La muestra sólo estuvo quince días en el lugar a que iba destinada, pues un alto personaje se empeñó en comprarla, demostrando con ello su buen ojo artístico.
En efecto, la obra supera en mucho la categoría de cartel anunciador para alcanzar la de inmortal creación pictórica. Desde la calle se ve la tienda abierta de par en par; en ella, elegantes damas y caballeros examinan las obras de arte que les ofrece el personal de la casa. Unos mozos embalan los cuadros que ya han sido vendidos.

martes, 13 de julio de 2010

La madre – The mother - Pieter de Hooch


Pieter de Hooch
El pulcro interior burgués aparece descrito morosamente, sin escatimar pormenores. Todo es tranquilo y estático, incluso las figuras: la mujer sentada junto a la cuna, la niña que contempla la calle a través de la puerta y el perro que mira a su ama.

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