National Gallery de Londres
Jean-Dominique Ingres
La especialidad de Ingres será
este tipo de retratos, muy del gusto de la sociedad francesa del Neoclasicismo.
Los detalles que consigue el artista con su exquisito dibujo se convierten en
el elemento de mayor atracción para sus clientes. En este caso sobresale el
estampado del vestido de la dama y la elegancia de la pose. Incluso la figura
se refleja en el espejo situado en el fondo, creando un atractivo juego de
perspectiva. Las joyas, los bordados, la textura de la piel, la madera, todos
los detalles están realizados a la perfección, resultando un conjunto sumamente
equilibrado en el que los colores tiene un papel protagonista. El blanco del
vestido contrasta con el rojo del sillón y ambos con las tonalidades oscuras de
los muebles. La expresión de la modelo no ha sido olvidada, centrando el
artista la atención en el bello rostro de Mme. Moitessier, en el que apreciamos
cierta influencia de las Madonnas de Rafael, el gran maestro para el pintor
francés.