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lunes, 31 de enero de 2011

Reunión de familia - Family Reunion - Frédéric Bazille

Museo D’Orsay
Frédéric Bazille
Como demuestra esta obra, el artista poseía talento y técnica prometedora, si bien una personalidad más moderada que muchos de sus colegas de grupo. El lienzo presenta a la familia Bazille en la terraza de su propiedad de Méric, donde pasaba el verano de 1867, bajo un frondoso árbol cuyo follaje apenas permite se filtre el sol del mediodía francés. La composición recuerda en muchos aspectos Mujeres en el jardín de Monet y es subsidiaria de la técnica de Manet, por quien el autor sentía profunda admiración.

Retrato del doctor Gachet - Dr. Paul Gachet – Vincent Van Gogh

Retrato del doctor Gachet - Dr. Paul Gachet – Vincent Van Gogh -  Museo D’Orsay. El retrato es algo más que un intento de captar los rasgos del personaje; ha querido el pintor proyectar sobre el modelo la carga de sus apasionadas vivencias. Concebido como una sinfonía de azules a la que el rojo del tapete presta un rico contrapunto, el cuadro posee un gran interés histórico puesto que fue ejecutado en junio de 1890, un mes antes del suicidio de su autor. El doctor Paul Gachet había acogido a Van Gogh en su casa de Ausvers-sur-Oise, donde el enfermo pasaría los últimos setenta días de su existencia entregado a febril actividad pictórica. Su producción alcanzó en este momento el ritmo de un cuadro diario.
Museo D’Orsay
1890
68 x 57 cm. Óleo sobre lienzo

Vincent Van Gogh
El retrato es algo más que un intento de captar los rasgos del personaje; ha querido el pintor proyectar sobre el modelo la carga de sus apasionadas vivencias. Concebido como una sinfonía de azules a la que el rojo del tapete presta un rico contrapunto, el cuadro posee un gran interés histórico puesto que fue ejecutado en junio de 1890, un mes antes del suicidio de su autor. El doctor Paul Gachet había acogido a Van Gogh en su casa de Ausvers-sur-Oise, donde el enfermo pasaría los últimos setenta días de su existencia entregado a febril actividad pictórica. Su producción alcanzó en este momento el ritmo de un cuadro diario.


Obras de:
Vincent Van Gogh
AutorretratoAutorretratoAutorretrato con la oreja cortada
Borrachos Café por la noche, Place Lamartine, Arles Campo de trigo con cuervos
Chozas en Cordeville Ciprés con cielo estrellado Dos girasoles
El escolar El niño de los Roulin El restaurante de la Sirena
Espectadores en los toros GirasolesJaponería: Oiran
Jarrón con girasolesJarrón con malvaviscosLa Arlesiana
La Casa AmarillaLa habitación de Van Gogh en ArlesLa iglesia de Auvers
La ItalianaLa Mousmé sentadaLa siesta
La silla de GauguinLa silla del pintorLa terraza del café por la noche, Place du Forum, Arles
Las caravanasLos comedores de patatasMlle. Gachet al piano
Mujeres con sacos de carbónNaturaleza muerta con Biblia y candelabroNaturaleza muerta con lirios
Noche estrelladaPaisaje al atardecerPaseo en el crepúsculo
Prado con mariposasRetrato de Joseph RoulinRetrato de la señora Roulin
Retrato de MillietRetrato de Pére Tanguy Retrato del doctor Gachet
Retrato del doctor ReyRetrato del pintor BochRonda de prisioneros
Sauces a la puesta de solSembrador a la puesta de solTejedores en el telar
Trigo verdeUn par de zapatos


domingo, 30 de enero de 2011

Retrato de su padre – Portrait of Albrecht Durer the Elder – Alberto Durero

Galería de los Uffizi
Alberto Durero
Con anagrama y fecha arriba, a la izquierda. Trazo incisivo, impecable modelado, sobria gama de colores pardos y oliva, evidentes características del maestro y de los flamencos, pero originalidad y fuerza ya visibles son los caracteres de la obra, en cuyo reverso pintó Durero más tarde los escudos de las familias Durero y Holper, lo que ha hecho pensar en la posibilidad de un díptico cuya otra mitad, perdida, representaría a la madre del pintor, Bárbara Holper.

Retrato de su padre a los 70 años - Portrait of Dürer's Father at 70 – Alberto Durero

National Gallery de Londres
Alberto Durero
En el reverso está escrito “1497. ALBRECHT THVRER. DER. ELTER. VND. ALT. 70 IOR”. Ofrecido como homenaje de la ciudad de Nuremberg a Carlos I de Inglaterra; permaneció en Inglaterra durante los siglos XVII y XVIII; Durante casi dos siglos permaneció en colecciones privadas, en 1904 lo adquirió la National Gallery. Es probablemente la más fiel de cuatro réplicas de un original perdido.

sábado, 29 de enero de 2011

Retrato de Katharina Fürlegerin con trenzas - Portrait of a young Fürleger with her hair done up – Alberto Durero

Colección particular
Alberto Durero
A la derecha, en una cartela, está escrito: “Also pin irh gestalt / in achcehe Por alt / 1497”. En la escotadura, las letras aún legibles: “KM DDEW”; en la blanca camisa: “KAE”. Bajo la cartela, el escudo de los Fürlegerin. Representa a una joven vestida para el baile, junto a una ventana que da a un paisaje; la masa de cabello de la joven forma unas trenzas ceñidas a la cabeza, sus ojos son claros y alegres y la amplia sonrisa parece una invitación; la mano derecha ofrece unas flores de cardo y abrótano. En esta imagen, Durero se manifiesta acerca del significado erótico de las flores de cardo y abrótano, el Placer, el Amor y la Voluptas.

Retrato de Katharina Fürlegerin con el cabello suelto - Portrait of a young Fürleger with loose hair – Alberto Durero

Städelsches Kunstinstitut de Frankfurt
Alberto Durero
Tela sobre madera. La retratada se muestra con el cabello suelto, los ojos bajos, las manos juntas como en oración, con un aire entre Virgen que adora al Niño y Magdalena penitente, El significado iconográfico y moral de la efigie, ha dado origen y provocado ceñidísimos estudios sobre el significado simbólico del cabello suelto, especialmente si estos están cubiertos por un velo o un pañuelo. En esta imagen, Durero, parece describirnos la Virtud y la Devoción.

martes, 25 de enero de 2011

Retrato de Hans Tucher – Hans Tucher – Alberto Durero

Schlossmuseum de Weimar
Alberto Durero
En el borde superior del brocado de Hans Tucher, la inscripción: "Hans Tucher 42 ierig 1499”. La efigie de busto, pintado en tres cuartos, está en un espacio limitado por el alféizar de la ventana y vivificado por el paisaje. La puntillosa finura de los detalles parece disolverse en la penetración sicológica del personaje, reflejada con agudeza y mesura.

Retrato de Elspeth Tucher – Portrait of Elspeth Tucher – Alberto Durero

Gemäldegalerie de Kassel
Alberto Durero
Cualquier duda sobre la identidad del personaje que pudiera surgir a pesar de la afinidad de estructura y la correspondencia de dimensiones con otras obras del mismo artista, queda disipada por las palabras escritas en el borde alto del brocado: “Elspeth. Niclas. Tuchern. 26 Aet. 1499” y las iniciales “NT” en la escotadura.

lunes, 24 de enero de 2011

El suicidio de Lucrecia – The suicide of Lucretia - Alberto Durero

Alte Pinakothek de Munich
Alberto Durero
El episodio de Lucrecia corresponde a la época legendaria del rey de Roma y habla de la bellísima hija de Spurio Lucrecio y esposa de Colatino, que, perseguida y violentada por Sexto, prefirió quitarse la vida con el puñal antes que sobrevivir a su deshonor. Durero la representa en el gesto de traspasarse, esta postura la repetirá Giorgio de Chirico, en 1922, apasionado frecuentador de la Alte Pinakothek de Munich, donde se hallaba y continua el cuadro. Presenta Durero la figura monumental de Lucrecia, aislada ante el fondo del angosto cubículo, ocupado todo él por el lecho en el que acaba de sufrir la violencia.

El martirio de los diez mil - Matyrdom of the Ten Thousand – Alberto Durero

Museo de Viena
Alberto Durero
Tabla transferida a tela. Además del monograma en el centro de la composición, a la derecha del autorretrato de Durero, esplendente en el “manto francés comprado en Venecia”, y en la mano una cartela sujeta a un palo con la inscripción: “Iste fatiebat ano domini 1508 / albertus Dürer aleman”. Junto a él está Konrad Celtis, humanista de Nuremberg y amigo suyo, muerto pocos meses antes.
El martirio de los diez mil cristianos de Bitinia, ocurrido en el 303 por orden de Sapor rey de Persia a consecuencia del edicto de persecución de Diocleciano, ha sufrido una ampliación y varias alteraciones con respecto al grabado primitivo. Suprimido el atroz suplicio del obispo Agazio, que en el grabado presenta los ojos atravesados por un berbiquí, aparece a la izquierda, en ángulo, la crucifixión de los dos ladrones, en unos troncos bastos, mientras la cruz de maderos bien cortados yace en el suelo en medio de los anteriores, y Cristo aguarda en pie, rodeado de victimas y esbirros. Durero llega a una de sus composiciones más complejas, más ricas y armónicas, donde grupos de figuras y cosas adquieren profundidad, donde la multitud de esbirros, verdugos y personajes mezclados entre cadáveres decapitados, empalados, descuartizados y hombres azotados, precipitados en el vacío, parece girar como una rueda en torno al pintor y su compañero, para alejarse hacia un horizonte libre de horrores, a la izquierda.

domingo, 23 de enero de 2011

Retablo de san Nicolás de Bari - Altarpiece of St. Nicholas of Bari - Gentile da Fabriano

Gentile da Fabriano
Los episodios de la vida del santo se agrupan en una secuencia narrativa. En la parte superior aparece la escena del nacimiento del personaje, situada en un marco arquitectónico de gran profundidad espacial. Se trata de una casa abierta al exterior por un arco rebajado, junto a un jardín con arriates en los que prospera una flora diminuta. Dos mujeres se ocupan de bañar al niño recién nacido ante la chimenea, mientras que en la estancia del fondo se divisa a la parturienta en el lecho. Tres milagros del santo son descritos en las tablas inferiores. En primer lugar, el de la donación de bolas de oro a tres jóvenes necesitados, escena en que san Nicolás aparece levitando en el aire, en trance de arrojar sus regalos por la ventana. La siguiente, presenta de nuevo el suceso del salvamento de un navío que se halla en trance de naufragio. Aquí el artista ha obtenido efectos de acusado realismo que contribuyen a dramatizar la situación; un torvo celaje oprime al bajel y su tripulación que, para salvar sus vidas, comienza a arrojar el cargamento por la borda. La vela se ha desgarrado y en el elemento marino pululan amenazadoras criaturas: grandes peces, equinodermos y una sirena. El santo se aparece en el seno de una nube dorada, con una tea encendida en su mano izquierda. Por último, este retablo comporta la escena de la resurrección de los tres jóvenes que un malvado carnicero había descuartizado y puesto en salmuera. La nota emotiva del suceso viene dada por las figuras de los padres, que asisten al milagro postrados de hinojos.
Pinacoteca Vaticana

Nieve en Louveciennes - Snow at Louveciennes - Alfred Sisley

Nieve en Louveciennes - Snow at Louveciennes - Alfred Sisley - Museo D’Orsay. La pintura de Sisley no desdeña transcribir los más diversos estados atmosféricos, como lo demuestra este paisaje, realizado en 1878. El artista pudo inspirarse, en este caso, en ciertas obras de Courbet, de las cuales deriva también la serie de vistas invernales pintadas por Monet. El tema implica la renuncia a una paleta cálida y a los contrastes lumínicos. Todo se halla bañado por la tonalidad plomiza característica de los momentos más crudos del invierno. Los objetos han perdido su relieve y se ofrecen a la visión del espectador desprovistos de volumen. Sisley trata, en suma, de traducir la sensación óptica de irrealidad que produce todo paisaje nevado, con su confusión de términos y distancias.
Museo D’Orsay
1878
61 x 50,50 cm. Óleo sobre lienzo
La pintura de Sisley no desdeña transcribir los más diversos estados atmosféricos, como lo demuestra este paisaje, realizado en 1878. El artista pudo inspirarse, en este caso, en ciertas obras de Courbet, de las cuales deriva también la serie de vistas invernales pintadas por Monet. El tema implica la renuncia a una paleta cálida y a los contrastes lumínicos. Todo se halla bañado por la tonalidad plomiza característica de los momentos más crudos del invierno. Los objetos han perdido su relieve y se ofrecen a la visión del espectador desprovistos de volumen. Sisley trata, en suma, de traducir la sensación óptica de irrealidad que produce todo paisaje nevado, con su confusión de términos y distancias.


Obras de:
Alfred Sisley
Inundación en Port-Marly La isla de la Grande JatteLa route desde el camino de Sévres
Nieve en Louveciennes




sábado, 22 de enero de 2011

Moisés salvado de las aguas – Moses saved from the waters - Paolo Veronés

Moisés salvado de las aguas – Moses saved from the waters - Paolo Veronés, Museo del Prado. Las características formales de la obra de Veronés preludian, con más de un siglo de anticipación, el gusto Rococó. Esta composición, por ejemplo, ofrece en un marco paisajístico de ascendencia ticianesca una escena en la que predominan las ricas calidades de las indumentarias femeninas, a las que la luz confiere reflejos y sombras transparentes. Hasta cierto punto recuerda este cuadro obras de Watteau, tanto por la disposición de las figuras como por la complacencia en las texturas suntuosas.
Museo del Prado
1580
50 x 43 cm. Óleo sobre lienzo

Paolo Veronés
Las características formales de la obra de Veronés preludian, con más de un siglo de anticipación, el gusto Rococó. Esta composición, por ejemplo, ofrece en un marco paisajístico de ascendencia ticianesca una escena en la que predominan las ricas calidades de las indumentarias femeninas, a las que la luz confiere reflejos y sombras transparentes. Hasta cierto punto recuerda este cuadro obras de Watteau, tanto por la disposición de las figuras como por la complacencia en las texturas suntuosas.

Obras de:
Paolo Veronés
Bautismo de CristoCreación de Eva Cristo en el Huerto de los Olivos
Desposorios místicos de santa Catalina La disputa con los doctores en el TemploLa familia de Darío ante Alejandro
Las bodas de CanáMadonna con santos Marte y Venus unidos por el Amor
Moisés salvado de las aguas San Antonio predicando a los peces Venus y Adonis


Virgen con el Niño (Virgen Haller) – Madonna and Child (Haller Madonna) – Alberto Durero

National Gallery of Art, Washington
Alberto Durero
Lado “principal” de la tabla, pintada también en el reverso con el titulo de: “Lot y sus hijas, La huida de Sodoma”. Abajo, a la izquierda, el escudo de la familia Haller von Hallerstein, comitente de la obra; a la derecha, otro pequeño escudo no identificado.

Lot y sus hijas (La huida de Sodoma) - Lot Fleeing with his Daughters from Sodom – Alberto Durero

National Gallery of Art, Washington
Alberto Durero
Reverso de la obra “Virgen con el Niño (Virgen Haller)". Como en la citada Virgen, es vivo el ascendiente veneciano, sobre todo en las graciosas figurillas que huyen; hay un eco del severo plasticismo de Mantegna en el paisaje rocoso, en el que se ve la estatua de sal, de la mujer de Lot, mientras al fondo las dos urbes castigadas parecen estallar.

miércoles, 19 de enero de 2011

Los tejados rojos – Red Roofs, a Corner of the Village in Winter - Camille Pissarro

Museo de D’Orsay
Camille Pissarro
En este período la pintura de Pissarro busca constantemente los ambientes de atmósfera diáfana. Como demuestra esta pintura, no desdeña el artista plantearse cuestiones cromáticas de notable violencia, componiendo un mosaico en el que se oponen colores complementarios. La construcción del paisaje denota una geometrización de las formas sin duda debida a la relación con Cézanne y hasta cierto punto anómala en la producción de Pissarro. Es característico, sin embargo, su interés por la valoración del espacio atmosférico a través de la retícula que forman las desnudas ramas de los árboles.

La iglesia de Auvers - The Church at Auvers-sur-Oise – Vincent Van Gogh

La iglesia de Auvers - The Church at Auvers-sur-Oise – Vincent Van Gogh -  Museo D’Orsay. Al llegar a Auvers, en mayo de 1890, se sintió admirado el pintor por la belleza del paisaje: “Me parecen casi tan bonitas las villas modernas y las casas de campo como las viejas chozas en ruinas.” Esta obra refleja perfectamente el entusiasmo de Van Gogh por su nuevo lugar de residencia. El edificio curva sus líneas góticas a impulsos del ritmo ondulante impuesto por la personalidad del autor, quien plantó su caballete frente al ábside, en la bifurcación de los caminos que contornean el monumento. En una carta dirigida a su hermana describió así el cuadro que acababa de realizar: “El edificio parece violáceo contra un cielo de azul profundo y simple, de cobalto puro, las ventanas con vitrales parecen como manchas de azul ultramar, el tejado es violeta y en parte anaranjado. Es casi lo mismo que los estudios que hice en Nuenen de la vieja torre y del cementerio, sólo que ahora el color es probablemente más expresivo, más suntuoso.”
Museo D’Orsay
1890
94 x 75,4 cm. Óleo sobre lienzo

Vincent Van Gogh
Al llegar a Auvers, en mayo de 1890, se sintió admirado el pintor por la belleza del paisaje: “Me parecen casi tan bonitas las villas modernas y las casas de campo como las viejas chozas en ruinas.” Esta obra refleja perfectamente el entusiasmo de Van Gogh por su nuevo lugar de residencia. El edificio curva sus líneas góticas a impulsos del ritmo ondulante impuesto por la personalidad del autor, quien plantó su caballete frente al ábside, en la bifurcación de los caminos que contornean el monumento. En una carta dirigida a su hermana describió así el cuadro que acababa de realizar: “El edificio parece violáceo contra un cielo de azul profundo y simple, de cobalto puro, las ventanas con vitrales parecen como manchas de azul ultramar, el tejado es violeta y en parte anaranjado. Es casi lo mismo que los estudios que hice en Nuenen de la vieja torre y del cementerio, sólo que ahora el color es probablemente más expresivo, más suntuoso.”


Obras de:
Vincent Van Gogh
AutorretratoAutorretratoAutorretrato con la oreja cortada
Borrachos Café por la noche, Place Lamartine, Arles Campo de trigo con cuervos
Chozas en Cordeville Ciprés con cielo estrellado Dos girasoles
El escolar El niño de los Roulin El restaurante de la Sirena
Espectadores en los toros GirasolesJaponería: Oiran
Jarrón con girasolesJarrón con malvaviscosLa Arlesiana
La Casa AmarillaLa habitación de Van Gogh en ArlesLa iglesia de Auvers
La ItalianaLa Mousmé sentadaLa siesta
La silla de GauguinLa silla del pintorLa terraza del café por la noche, Place du Forum, Arles
Las caravanasLos comedores de patatasMlle. Gachet al piano
Mujeres con sacos de carbónNaturaleza muerta con Biblia y candelabroNaturaleza muerta con lirios
Noche estrelladaPaisaje al atardecerPaseo en el crepúsculo
Prado con mariposasRetrato de Joseph RoulinRetrato de la señora Roulin
Retrato de MillietRetrato de Pére Tanguy Retrato del doctor Gachet
Retrato del doctor ReyRetrato del pintor BochRonda de prisioneros
Sauces a la puesta de solSembrador a la puesta de solTejedores en el telar
Trigo verdeUn par de zapatos


martes, 18 de enero de 2011

La Anunciación - The Annunciation - Gentile da Fabriano

Pinacoteca Vaticana
Gentile da Fabriano
Muestra esta pintura a las figuras de la Virgen y el arcángel en el marco de una estancia amueblada con un banco corrido, al fondo de la cual se divisa el dormitorio. Su arquitectura y decoración son de acentuado goticismo, descritas con una perspectiva central que determina una simétrica disposición de los planos. Los personajes, estática la Virgen, dinámico el arcángel, son de una elegancia, refinamiento y belleza que responde a los dictados de la tendencia cortesana que se ha dado en denominar gótico internacional. El artista se preocupa, sobre todo, de crear seres ideales, inspirado en un sentimiento religioso que pertenece todavía al mundo medieval. No se trata, en suma, de transcribir figuras tomadas de la realidad, sino de inventar imágenes inspirándose en la literatura sacra. De ahí la falta de interés por representar de forma convincente el paisaje exterior, al que existe una alusión convencional en la parte izquierda de la composición, coronada por la figura divina y las categorías angélicas.

La adoración de los Magos - Adoration of the Magi – Alberto Durero

Galería de los Uffizi
Alberto Durero
Fechada en la piedra junto a la Virgen, en primer término. La influencia italiana en la luz, en el profundo escalonamiento de las ruinas y el paisaje, en los ritmos compositivos, se hace cada vez más clara en vísperas de la segunda visita a Venecia de Durero. Acentuase aquí la preferencia por los arcos, que Durero pinta sin ornato, enamorado como está de la geometría de la piedra, por las bóvedas, por su mismo rostro que aparece transfigurado en el más imponente y lujoso de los Magos. Durero no pintó a san José, figura adormecida, secundaria y a veces ligeramente humorística en la iconografía románica y gótica; pero es posible que la figura hubiese sido introducida en la composición y quitada más tarde. El motivo del asno que muestra los dientes podría constituir el último elemento remanente de una tradición según la cual el animal, símbolo de la Vieja Ley, amenaza con los dientes a la Nueva Revelación.

lunes, 17 de enero de 2011

Jesús entre los Doctores - Christ among the Doctors – Alberto Durero

Colección Thyssen
Alberto Durero
Además del monograma y la fecha, en la hojita que sobresale de un libro, abajo a la izquierda, aparece la inscripción autógrafa: “opus quinqué dierum”. La idea compositiva es sin duda italiana en el ceñido grupo de medias figuras, pero la traducción es fundamental y musicalmente gótica, con las figuras fluctuantes, en el espacio y escalonadas casi sin perspectiva, dispuestas como anillo mágico, como esquema entre decorativo y simbólico en torno a las cuatro manos centrales.

Entrada en el pueblo - Entrance to the Village – Camille Pissarro

Museo D'Orsay
Camille Pissarro
La obra de Pissarro se halla dedicada al paisaje rural y urbano y muestra una evolución hacia el puntillismo, para volver de nuevo a las normas iniciales de la pintura al aire libre. En lienzo como este, que data de 1872, revela la influencia de Monet y de Sisley. El pintor ha descrito la entrada de la localidad de Louveciennes, bajo un claro cielo de otoño contra el que se recortan las deshojadas siluetas de los árboles que bordean el camino.

domingo, 16 de enero de 2011

Altar de Dresde - The Dresden Altarpiece – Alberto Durero

Museo de Dresde
Alberto Durero
En el centro, la Adoración del Niño, y en los laterales, san Antonio, a la izquierda y a la derecha san Sebastián.
Son visibles elementos flamencos en el anecdótico san José y en el tipo físico de la Virgen. En el abultado rostro de la Virgen, casi vulgar en la placidez de la adoración, tal vez envilecido por el tiempo al resecarse y oscurecerse los tenues colores al temple. Aparte de la sabiduría pictórica y del dibujo, aparte de la iconografía narrativa, que nos parece inusitada, la carga patética, la atmósfera de vida y de muerte, crepuscular y extraña, fueron ciertamente deseadas y creadas como tales por Durero; esta Adoración sin alegría de un niño demasiado pequeño y tan profundamente dormido que parece un pequeño cadáver, recuerda la comparación teológica entre el sueño de la infancia y el de la muerte; recuerda el corporal de la liturgia, el pequeño mantel que el sacerdote extiende sobre el altar para colocar la hostia consagrada y que simboliza los pañales de Jesús niño y el sudario de Cristo muerto. Adoración y Llanto se unen así; y por algo las Vírgenes venecianas que adoran al Niño dormido en sus regazos evocan irresistiblemente la imagen de la Piedad.

Abeto – Pine Tree – Alberto Durero

British Museum, Londres
Alberto Durero
Acuarela y aguada. Sin tierra y sin raíces, el árbol parece destinado a la página de un enorme herbario; creemos que, visto a distancia, con el tronco tratado sumariamente, en contraste con la meticulosa realización del follaje, de las curvas simétricas de las ramas, del tierno color de las ramitas nuevas, pudo nacer como estudio preparatorio para otras acuarelas.

sábado, 15 de enero de 2011

Coronación de la Virgen – Coronation of the Virgin - Fra Angélico

Galería de los Uffizi
Fra Angélico
La pintura de Fray Angélico es producto de un espíritu místico que considera el arte primordialmente como vehículo de expresión religiosa. En su conjunto, esta tabla es una sinfonía cromática, compuesta por valores puros que se combinan y oponen de forma armónica, regidos por una teoría característica del autor que consiste en la alternancia de gamas de azules y rojos. Las cohortes de ángeles, apóstoles, santos y profetas reunidas en torno a la figura mariana orquestan dicha sinfonía de color, en la que se engastan los oros del fondo, de los halos y de los ropajes. Los rostros han sido modelados con suavísimas gradaciones de sombra y construidos con líneas de dibujo finas y precisas que poseen calidades miniaturista en las cabelleras. El tratamiento formal de algunos personajes conserva resabios del gótico. Un examen en detalle demuestra, sin embargo, un evidente interés por dar entidad corpórea a las representaciones, valorando los volúmenes de sus indumentos con un procedimiento realista.

Adoración de la Santísima Trinidad - Adoration of the Trinity – Alberto Durero

 Museo de Viena
Alberto Durero
Abajo, a la derecha, junto al autorretrato del maestro se hallan la inscripción “ALBERTVS. DVRER / NORICVS. FACIE / BAT. ANNO. A. VIR/GINIS PARTV. / 1511” y el monograma. La advocación de la capilla, dedicada a la Trinidad y a Todos los Santos, proporcionó el tema del retablo, que es como una deslumbradora aparición celestial: Dios Padre, sobre cuya cabeza vuela suspensa una paloma con ornamentos imperiales, tiene entre las rodillas a Cristo crucificado, mientras unos ángeles dispuestos en corona despliegan su manto y sostienen los instrumentos de la Pasión; multitudes divididas en dos grupos adoran ese trono de misericordia; en la zona alta, a la derecha del Padre, la Virgen guía a las santas mártires, y a la izquierda el Bautista conduce a profetas, profetisas y sibilas; en la zona inferior, los creyentes; a la izquierda, eclesiásticos guiados por dos papas; a la derecha, laicos de toda condición social tras un emperador y un rey. La exigua banda de paisaje bajo la visión celestial está vacía de hombres y cosas, con excepción de la figura del artista y del cartel con la inscripción. La elaborada composición, de erudita tarea iconografía, se funda en la doctrina de san Agustín, según la cual la civitas Dei, fundada por Abel y gobernada por Cristo, vive a medias entre el cielo y la tierra, mezclada con la civitas terrena fundada por Caín y gobernada por el Demonio; sólo después del Juicio Final se llegará al verdadero y único Estado de Dios; y aquí, quizá por primera vez en la historia de la pintura, Durero lo anticipa. Es sin duda la obra más solemne del maestro, la más selecta expresión de su Renacimiento, por la casi alucinante realización en perspectiva del grupo inferior y por la distribución de planos en profundidad,

miércoles, 12 de enero de 2011

Villa Médicis – Diego Velázquez

Villa Médicis – Diego Velázquez - Museo del Prado. Sintió el maestro un gran interés por el estudio de la realidad, que copió del natural. Así lo atestiguan los paisajes de la Villa Médicis, pinturas de pequeño tamaño que realizó como puro ejercicio, vertiendo en ellas toda su ciencia pictórica y aguda sensibilidad para la captación del espacio y su atmósfera. La combinación de las arquitecturas y la vegetación del jardín con pequeñas figuras humanas consiguen proporcionar las dimensiones y delimitar las distancias, todo ello con una técnica rápida y espontánea, despreocupada del resultado final. Dado que Velázquez pasó dos meses en la Villa Médicis cuando su primer viaje a Roma, dedicado principalmente a copiar esculturas clásicas, se suponía tradicionalmente que estos cuadros correspondían al año 1630; la crítica reciente, sin embargo, se inclina a suponer, tomando en consideración su factura tan evolucionada, que fueron pintados en la segunda visita a Italia, es decir, entre 1650 y 1651. Es obligado reseñar que la pintura de este artista debe considerarse precursora de todas las tendencias artísticas modernas, singularmente del impresionismo. Entre los artistas más directamente influidos por ella pueden citarse Francisco de Goya y Édouard Manet.
Museo del Prado
1650
44 x 38 cm. Óleo sobre lienzo
Villa Médicis – Diego Velázquez - Museo del Prado. Sintió el maestro un gran interés por el estudio de la realidad, que copió del natural. Así lo atestiguan los paisajes de la Villa Médicis, pinturas de pequeño tamaño que realizó como puro ejercicio, vertiendo en ellas toda su ciencia pictórica y aguda sensibilidad para la captación del espacio y su atmósfera. La combinación de las arquitecturas y la vegetación del jardín con pequeñas figuras humanas consiguen proporcionar las dimensiones y delimitar las distancias, todo ello con una técnica rápida y espontánea, despreocupada del resultado final. Dado que Velázquez pasó dos meses en la Villa Médicis cuando su primer viaje a Roma, dedicado principalmente a copiar esculturas clásicas, se suponía tradicionalmente que estos cuadros correspondían al año 1630; la crítica reciente, sin embargo, se inclina a suponer, tomando en consideración su factura tan evolucionada, que fueron pintados en la segunda visita a Italia, es decir, entre 1650 y 1651. Es obligado reseñar que la pintura de este artista debe considerarse precursora de todas las tendencias artísticas modernas, singularmente del impresionismo. Entre los artistas más directamente influidos por ella pueden citarse Francisco de Goya y Édouard Manet.
Museo del Prado
1650
48 x 42 cm. Óleo sobre lienzo

Diego Velázquez
Sintió el maestro un gran interés por el estudio de la realidad, que copió del natural. Así lo atestiguan los paisajes de la Villa Médicis, pinturas de pequeño tamaño que realizó como puro ejercicio, vertiendo en ellas toda su ciencia pictórica y aguda sensibilidad para la captación del espacio y su atmósfera. La combinación de las arquitecturas y la vegetación del jardín con pequeñas figuras humanas consiguen proporcionar las dimensiones y delimitar las distancias, todo ello con una técnica rápida y espontánea, despreocupada del resultado final. Dado que Velázquez pasó dos meses en la Villa Médicis cuando su primer viaje a Roma, dedicado principalmente a copiar esculturas clásicas, se suponía tradicionalmente que estos cuadros correspondían al año 1630; la crítica reciente, sin embargo, se inclina a suponer, tomando en consideración su factura tan evolucionada, que fueron pintados en la segunda visita a Italia, es decir, entre 1650 y 1651.
Es obligado reseñar que la pintura de este artista debe considerarse precursora de todas las tendencias artísticas modernas, singularmente del impresionismo. Entre los artistas más directamente influidos por ella pueden citarse Francisco de Goya y Édouard Manet.


Obras de:
Diego Velázquez
Adoración de los MagosAlmuerzo de campesinos o Comida de picarosCabeza de apóstol
Conde-Duque de OlivaresCristo crucificadoCristo en casa de Marta y María
Cristo en la cruzCristo y el alma cristianaDon Diego del Corral y Arellano
Don Luís de Góngora y ArgoteDon Pedro de Berberana y AparreguiDoña Antonia de Ipeñarrieta
Doña Juana Pacheco, esposa del autor, caracterizada como una sibilaDoña Maria de Austria, reina de HungriaDoña Mariana de Austria
Dos hombres a la mesaEl aguador de SevillaEl almuerzo
El bufón Barbarroja, don Cristóbal de Castañeda y PerníaEl bufón Calabacillas o el “Bobo de Coria” El bufón llamado don Juan de Austria
El Conde-Duque de OlivaresEl Conde-Duque de Olivares a caballoEl geógrafo
El infante don CarlosEl príncipe Baltasar CarlosEl príncipe Baltasar Carlos a caballo
El príncipe Baltasar Carlos con un enanoEstudio para cabeza de ApoloFábula de Aracne o Las hilanderas
Felipe IVFelipe IV armado, con un león a los pies Felipe IV con armadura
Felipe IV en marrón y plataFelipe IV en traje de cazadorFrancisco de Quevedo
Francisco PachecoImposición de la casulla a San IldefonsoInmaculada Concepción
Juan de FonsecaJuan MateosLa cena de Emaús
La fragua de VulcanoLa Infanta Doña Margarita de AustriaLa mulata
La rendición de Breda o Las LanzasLa túnica de JoséLa venerable madre Jerónima de la Fuente
La Venus del EspejoLas Meninas o La familia de Felipe IVLos borrachos o El triunfo de Baco
Pablo de ValladolidRetrato de hombreRetrato de hombre joven
Retrato de la condesa de Olivares Retrato del Conde-Duque de OlivaresRetrato del conde-duque de Olivares
Retrato del papa Inocencio X San Antonio Abad y San Pablo Ermitaño San Juan en Patmos
San PabloSanto TomásTres músicos
Vieja friendo huevosVilla Médicis


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