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miércoles, 26 de junio de 2013

Negreros arrojando por la borda a muertos moribundos. Llega un tifón - Slavers Throwing overboard the Dead and Dying. Typhoon coming on - Joseph Mallord William Turner

Negreros arrojando por la borda a muertos moribundos. Llega un tifón - Slavers Throwing overboard the Dead and Dying. Typhoon coming on - Joseph Mallord William Turner- Museum of Fine Arts, Boston. La obra está inspirada en un hecho real narrado en la Historia de la abolición de la trata de negros, de Clarkson. Con objeto de beneficiarse de la indemnización de la compañía aseguradora, el capitán de un navío mandó arrojar al mar su cargamento de esclavos, afectados por una epidemia.
Museum of Fine Arts, Boston
1840
91 x 138 cm. Óleo sobre lienzo

Joseph Mallord William Turner
La obra está inspirada en un hecho real narrado en la Historia de la abolición de la trata de negros, de Clarkson. Con objeto de beneficiarse de la indemnización de la compañía aseguradora, el capitán de un navío mandó arrojar al mar su cargamento de esclavos, afectados por una epidemia.


Obras de:
Joseph Mallord William Turner
Agripina llega con las cenizas de Germánico Aníbal y su ejército cruzan los AlpesCerca de Venecia
Dido construye Cartago El castillo de CarnarvonEl Gran Canal de Venecia
El muelle viejo de Brighton El Temerario remolcado al dique secoLa batalla de Trafalgar, vista de los obenques del palo de mesana a estribor del Victory
La escollera de Calais La guerra. El exiliado y la lapaLa paz. Funerales en el mar
La travesía del arroyo Lluvia, vapor y velocidadNegreros arrojando por la borda a muertos moribundos. Llega un tifón
Pescadores en el mar RéguloRichmond Hill en el cumpleaños del Príncipe Regente
Tempestad de nieve Tormenta de nieve en el valle de AostaUlises se burla de Polifemo


La Arlesiana - Vincent Van Gogh

La Arlesiana - Vincent Van Gogh -  Metropolitan Museum de Nueva York. Representa a madame Ginoux, propietaria del café de Arles donde el artista acostumbraba a pasar la velada y que fue a su vez el tema de diversos cuadros. La arlesiana es fruto del período de convivencia con Paul Gauguin cuando Vincent veía realizado su sueño de dar vida a un "taller del sur", un estudio en el cual varios pintores pudieran trabajar en común. Esperaba que cultivarían los mismos temas y motivos para comparar los puntos de vista individuales y elaborar un arte nuevo y coral.  El artista escogió uno de sus deslumbrantes contrastes cromáticos, típicos del período de Arles, combinando con la masa oscura de la mujer un fondo de amarillo vibrante. A pesar de esta pantalla monocroma, el cuadro muestra una cierta profundidad gracias al semicírculo de la mesa verde y a la colocación del personaje, de tres cuartos. Van Gogh elige un encuadramiento original, desacostumbrado, como si se tratase de una instantánea, que abarca solamente un trozo de mesa y corta una esquina del libro abierto fuera del objetivo.
Metropolitan Museum de Nueva York
1888
91,4 x 73,7 cm. Óleo sobre lienzo

Vincent Van Gogh
Representa a madame Ginoux, propietaria del café de Arles donde el artista acostumbraba a pasar la velada y que fue a su vez el tema de diversos cuadros. La arlesiana es fruto del período de convivencia con Paul Gauguin cuando Vincent veía realizado su sueño de dar vida a un "taller del sur", un estudio en el cual varios pintores pudieran trabajar en común. Esperaba que cultivarían los mismos temas y motivos para comparar los puntos de vista individuales y elaborar un arte nuevo y coral. El artista escogió uno de sus deslumbrantes contrastes cromáticos, típicos del período de Arles, combinando con la masa oscura de la mujer un fondo de amarillo vibrante. A pesar de esta pantalla monocroma, el cuadro muestra una cierta profundidad gracias al semicírculo de la mesa verde y a la colocación del personaje, de tres cuartos. Van Gogh elige un encuadramiento original, desacostumbrado, como si se tratase de una instantánea, que abarca solamente un trozo de mesa y corta una esquina del libro abierto fuera del objetivo.


Obras de:
Vincent Van Gogh
AutorretratoAutorretratoAutorretrato con la oreja cortada
Borrachos Café por la noche, Place Lamartine, Arles Campo de trigo con cuervos
Chozas en Cordeville Ciprés con cielo estrellado Dos girasoles
El escolar El niño de los Roulin El restaurante de la Sirena
Espectadores en los toros GirasolesJaponería: Oiran
Jarrón con girasolesJarrón con malvaviscosLa Arlesiana
La Casa AmarillaLa habitación de Van Gogh en ArlesLa iglesia de Auvers
La ItalianaLa Mousmé sentadaLa siesta
La silla de GauguinLa silla del pintorLa terraza del café por la noche, Place du Forum, Arles
Las caravanasLos comedores de patatasMlle. Gachet al piano
Mujeres con sacos de carbónNaturaleza muerta con Biblia y candelabroNaturaleza muerta con lirios
Noche estrelladaPaisaje al atardecerPaseo en el crepúsculo
Prado con mariposasRetrato de Joseph RoulinRetrato de la señora Roulin
Retrato de MillietRetrato de Pére Tanguy Retrato del doctor Gachet
Retrato del doctor ReyRetrato del pintor BochRonda de prisioneros
Sauces a la puesta de solSembrador a la puesta de solTejedores en el telar
Trigo verdeUn par de zapatos


Retrato de Cristoforo Madruzzo - Portrait of Cristoforo Madruzzo - Vecellio di Gregorio Tiziano

Retrato de Cristoforo Madruzzo - Portrait of Cristoforo Madruzzo - Vecellio di Gregorio Tiziano - Titian - Museo de Sao Paulo. El artista adopta en este lienzo de grandes dimensiones un esquema –figura de cuerpo entero, en tres cuartos de perfil, desplazada hacia un lado y con un cortinaje de fondo- que gozó de gran aceptación en su época. Tiziano resuelve el encargo con una gran sobriedad de medios, situando la figura en la media luz de un salón. Como corresponde a la moda del momento, su indumentaria es oscura, lo que determina en la representación pictórica que el personaje se funda con la penumbra de su entorno. Las manos y el rostro resaltan con su tono claro de la opacidad circundante, tan sólo animada por la vibración lumínica del terciopelo carmesí, los reflejos del reloj de sobremesa y la clara opacidad del papel desplegado ante él. Un análisis apurado revela que el lienzo fue construido con técnica espontánea y fácil pincelada, empastando el color en amplias superficies destinadas a producir el deseado efecto de conjunto.
Retrato de Cristoforo Madruzzo - Portrait of Cristoforo Madruzzo - Vecellio di Gregorio Tiziano - Titian - Museo de Sao Paulo.
Retrato de Cristoforo Madruzzo - Portrait of Cristoforo Madruzzo - Vecellio di Gregorio Tiziano - Titian - Museo de Sao Paulo.
Museo de Sao Paulo
1552
210 x 109 cm. Óleo sobre lienzo

Vecellio di Gregorio Tiziano
El artista adopta en este lienzo de grandes dimensiones un esquema –figura de cuerpo entero, en tres cuartos de perfil, desplazada hacia un lado y con un cortinaje de fondo- que gozó de gran aceptación en su época. Tiziano resuelve el encargo con una gran sobriedad de medios, situando la figura en la media luz de un salón. Como corresponde a la moda del momento, su indumentaria es oscura, lo que determina en la representación pictórica que el personaje se funda con la penumbra de su entorno. Las manos y el rostro resaltan con su tono claro de la opacidad circundante, tan sólo animada por la vibración lumínica del terciopelo carmesí, los reflejos del reloj de sobremesa y la clara opacidad del papel desplegado ante él. Un análisis apurado revela que el lienzo fue construido con técnica espontánea y fácil pincelada, empastando el color en amplias superficies destinadas a producir el deseado efecto de conjunto.


Obras de:
Vecellio di Gregorio Tiziano
Adán y Eva Amor profano y amor divinoAutorretrato
Concierto campestre Coronación de espinasDánae recibiendo la lluvia de oro
El Dux Niccolo Marcello El emperador Carlos V, a caballo en MühlbergEl hombre de la palma
El hombre del guante El hombre vestido de azulEl tributo del cesar
Flora Jesús y el CireneoLa Bacanal de los Andrios
La Venus de Urbino La Venus del PardoLa Virgen con el Niño entre San Antonio de Padua y San Roque
La Virgen de san Nicoló dei Frari La Virgen y el NiñoNoli me Tangere
Ofrenda a Venus, diosa de los amores PiedadRetrato de Cristoforo Madruzzo
Retrato de Felipe II Retrato de Francisco IRetrato de la emperatriz Isabel de Portugal
Retrato de un caballero veneciano Retrato de una dama con abanicoRetrato de una hija de Roberto Strozzi
Retrato del Dux Andrea Gritti Retrato del Dux Marcantonio TrevisaniRetrato del emperador Carlos V
Retrato del papa Paulo III San Juan BautistaVenus ante un espejo
Venus recreándose con el Amor y la Música / Venus recreándose en la Música Venus vendando los ojos del AmorVenus y Adonis


martes, 25 de junio de 2013

Ulises se burla de Polifemo - Ulysses deriding Polyphemus- Homer's Odyssey - Joseph Mallord William Turner

Ulises se burla de Polifemo - Ulysses deriding Polyphemus- Homer's Odyssey - Joseph Mallord William Turner - National Gallery, Londres. Polifemo, el más intratable de los Cíclopes, tenía prisionero a Ulises y sus compañeros, sirviéndose de una estratagema, Ulises le dejó ciego y agonizante. Este conocido episodio de la Odisea es también una de las ilustraciones obligadas de la metis (En la mitología griega literalmente ‘consejo’, ‘truco’), cualidad hecha de inteligencia práctica y astucia, indispensable tanto a los navegantes como a los pintores: Turner despliega aquí todos los recursos de su arte para mostrar la magia, los encantos y la violencia del hecho mítico.
National Gallery, Londres
1829
132,5 x 203 cm. Óleo sobre lienzo

Joseph Mallord William Turner
Polifemo, el más intratable de los Cíclopes, tenía prisionero a Ulises y sus compañeros, sirviéndose de una estratagema, Ulises le dejó ciego y agonizante. Este conocido episodio de la Odisea es también una de las ilustraciones obligadas de la metis (En la mitología griega literalmente ‘consejo’, ‘truco’), cualidad hecha de inteligencia práctica y astucia, indispensable tanto a los navegantes como a los pintores: Turner despliega aquí todos los recursos de su arte para mostrar la magia, los encantos y la violencia del hecho mítico.


Obras de:
Joseph Mallord William Turner
Agripina llega con las cenizas de Germánico Aníbal y su ejército cruzan los AlpesCerca de Venecia
Dido construye Cartago El castillo de CarnarvonEl Gran Canal de Venecia
El muelle viejo de Brighton El Temerario remolcado al dique secoLa batalla de Trafalgar, vista de los obenques del palo de mesana a estribor del Victory
La escollera de Calais La guerra. El exiliado y la lapaLa paz. Funerales en el mar
La travesía del arroyo Lluvia, vapor y velocidadNegreros arrojando por la borda a muertos moribundos. Llega un tifón
Pescadores en el mar RéguloRichmond Hill en el cumpleaños del Príncipe Regente
Tempestad de nieve Tormenta de nieve en el valle de AostaUlises se burla de Polifemo


La silla de Gauguin - Gauguin's Chair - Vincent Van Gogh

La silla de Gauguin - Gauguin's Chair - Vincent Van Gogh -  Van Gogh Museum, Ámsterdam. El cuadro se pensó como pareja de la Silla del Pintor (Van Gogh). Salta a la vista una serie de notables diferencias al comparar ambas obras. El acorde cromático, ante todo, es completamente distinto. Mientras que Van Gogh utiliza para su propia silla colores claros y luminosos, para la de Gauguin se vale de tonalidades oscuras y fuertes. Prevalecen los colores fríos: el verde y el azul, aunque mitigados por la combinación con el amarillo de los libros y la lámpara y por las pinceladas que avivan el pavimento; el marrón de la silla no es especialmente alegre y contribuye al tono oscuro del conjunto.  Además, si la de Van Gogh es una simple silla de paja, la de Gauguin es una especie de poltrona, con asiento más grande y brazos.
Van Gogh Museum, Ámsterdam
1888
90,5 x 72,5 cm. Óleo sobre lienzo

Vincent Van Gogh
El cuadro se pensó como pareja de la Silla del Pintor (Van Gogh). Salta a la vista una serie de notables diferencias al comparar ambas obras. El acorde cromático, ante todo, es completamente distinto. Mientras que Van Gogh utiliza para su propia silla colores claros y luminosos, para la de Gauguin se vale de tonalidades oscuras y fuertes. Prevalecen los colores fríos: el verde y el azul, aunque mitigados por la combinación con el amarillo de los libros y la lámpara y por las pinceladas que avivan el pavimento; el marrón de la silla no es especialmente alegre y contribuye al tono oscuro del conjunto. Además, si la de Van Gogh es una simple silla de paja, la de Gauguin es una especie de poltrona, con asiento más grande y brazos.


Obras de:
Vincent Van Gogh
AutorretratoAutorretratoAutorretrato con la oreja cortada
Borrachos Café por la noche, Place Lamartine, Arles Campo de trigo con cuervos
Chozas en Cordeville Ciprés con cielo estrellado Dos girasoles
El escolar El niño de los Roulin El restaurante de la Sirena
Espectadores en los toros GirasolesJaponería: Oiran
Jarrón con girasolesJarrón con malvaviscosLa Arlesiana
La Casa AmarillaLa habitación de Van Gogh en ArlesLa iglesia de Auvers
La ItalianaLa Mousmé sentadaLa siesta
La silla de GauguinLa silla del pintorLa terraza del café por la noche, Place du Forum, Arles
Las caravanasLos comedores de patatasMlle. Gachet al piano
Mujeres con sacos de carbónNaturaleza muerta con Biblia y candelabroNaturaleza muerta con lirios
Noche estrelladaPaisaje al atardecerPaseo en el crepúsculo
Prado con mariposasRetrato de Joseph RoulinRetrato de la señora Roulin
Retrato de MillietRetrato de Pére Tanguy Retrato del doctor Gachet
Retrato del doctor ReyRetrato del pintor BochRonda de prisioneros
Sauces a la puesta de solSembrador a la puesta de solTejedores en el telar
Trigo verdeUn par de zapatos


La Resurrección / Rafael Sanzio

Museo de Sao Paulo

Rafael Sanzio
Pequeño óleo sobre tabla que representa la Resurrección, en la cual hallamos también la presencia de diversos animales: una garza junto al río, una serpiente y un caracol al lado de las dos figuras caídas en primer término. La figura de Cristo, levitando en la parte superior, constituye el vértice de un triángulo cerrado en su parte baja por los sayones que asisten al prodigio. La posición de sus cuerpos y los brazos alzados en gesto de sorpresa y espanto viene dada por las invisibles líneas compositivas. El equilibrio es completo; las masas se equiparan con respecto al eje vertical que establece la figura del resucitado. Fuera del triángulo compositivo quedan los ángeles portadores de filacterias, ellos también ajustados al principio de simetría. Todos estos personajes poseen entidad en el marco paisajístico, que no pasa de ser un mero telón de fondo animado por las figuras de las Marías que se dirigen hacia el sepulcro, construido con mármoles de varias calidades y decorado con sencillas pilastras y parejas de delfines.

domingo, 23 de junio de 2013

El Cristo de Velázquez - Miguel de Unamuno

El Cristo de Velázquez - Miguel de Unamuno. ¿En qué piensas Tú, muerto, Cristo mío?  ¿Por qué ese velo de cerrada noche  de tu abundosa cabellera negra  de nazareno cae sobre tu frente?  Miras dentro de Ti, donde está el reino  de Dios; dentro de Ti, donde alborea  el sol eterno de las almas vivas.  Blanco tu cuerpo está como el espejo  del padre de la luz, del sol vivífico;  blanco tu cuerpo al modo de la luna  que muerta ronda en torno de su madre  nuestra cansada vagabunda tierra;  blanco tu cuerpo está como la hostia  del cielo de la noche soberana,  de ese cielo tan negro como el velo  de tu abundosa cabellera negra  de nazareno.  Que eres, Cristo, el único  hombre que sucumbió de pleno grado,  triunfador de la muerte, que a la vida  por Ti quedó encumbrada. Desde entonces  por Ti nos vivifica esa tu muerte,  por Ti la muerte se ha hecho nuestra madre,  por Ti la muerte es el amparo dulce  que azucara amargores de la vida;  por Ti, el Hombre muerto que no muere  blanco cual luna de la noche. Es sueño,  Cristo, la vida y es la muerte vela.  Mientras la tierra sueña solitaria,  vela la blanca luna; vela el Hombre  desde su cruz, mientras los hombres sueñan;  vela el Hombre sin sangre, el Hombre blanco  como la luna de la noche negra;  vela el Hombre que dio toda su sangre  por que las gentes sepan que son hombres.  Tú salvaste a la muerte. Abres tus brazos  a la noche, que es negra y muy hermosa,  porque el sol de la vida la ha mirado  con sus ojos de fuego: que a la noche  morena la hizo el sol y tan hermosa.  Y es hermosa la luna solitaria,  la blanca luna en la estrellada noche  negra cual la abundosa cabellera  negra del nazareno. Blanca luna  como el cuerpo del Hombre en cruz, espejo  del sol de vida, del que nunca muere.  Los rayos, Maestro, de tu suave lumbre  nos guían en la noche de este mundo  ungiéndonos con la esperanza recia  de un día eterno. Noche cariñosa,  ¡oh noche, madre de los blandos sueños,  madre de la esperanza, dulce Noche,  noche oscura del alma, eres nodriza  de la esperanza en Cristo salvador!

MIGUEL DE UNAMUNO

Bilbao, 1864-Salamanca, 1936




¿En qué piensas Tú, muerto, Cristo mío?
¿Por qué ese velo de cerrada noche
de tu abundosa cabellera negra
de nazareno cae sobre tu frente?
Miras dentro de Ti, donde está el reino
de Dios; dentro de Ti, donde alborea
el sol eterno de las almas vivas.
Blanco tu cuerpo está como el espejo
del padre de la luz, del sol vivífico;
blanco tu cuerpo al modo de la luna
que muerta ronda en torno de su madre
nuestra cansada vagabunda tierra;
blanco tu cuerpo está como la hostia
del cielo de la noche soberana,
de ese cielo tan negro como el velo
de tu abundosa cabellera negra
de nazareno.
Que eres, Cristo, el único
hombre que sucumbió de pleno grado,
triunfador de la muerte, que a la vida
por Ti quedó encumbrada. Desde entonces
por Ti nos vivifica esa tu muerte,
por Ti la muerte se ha hecho nuestra madre,
por Ti la muerte es el amparo dulce
que azucara amargores de la vida;
por Ti, el Hombre muerto que no muere
blanco cual luna de la noche. Es sueño,
Cristo, la vida y es la muerte vela.
Mientras la tierra sueña solitaria,
vela la blanca luna; vela el Hombre
desde su cruz, mientras los hombres sueñan;
vela el Hombre sin sangre, el Hombre blanco
como la luna de la noche negra;
vela el Hombre que dio toda su sangre
por que las gentes sepan que son hombres.
Tú salvaste a la muerte. Abres tus brazos
a la noche, que es negra y muy hermosa,
porque el sol de la vida la ha mirado
con sus ojos de fuego: que a la noche
morena la hizo el sol y tan hermosa.
Y es hermosa la luna solitaria,
la blanca luna en la estrellada noche
negra cual la abundosa cabellera
negra del nazareno. Blanca luna
como el cuerpo del Hombre en cruz, espejo
del sol de vida, del que nunca muere.
Los rayos, Maestro, de tu suave lumbre
nos guían en la noche de este mundo
ungiéndonos con la esperanza recia
de un día eterno. Noche cariñosa,
¡oh noche, madre de los blandos sueños,
madre de la esperanza, dulce Noche,
noche oscura del alma, eres nodriza
de la esperanza en Cristo salvador!

miércoles, 19 de junio de 2013

Ecce Homo - Jacopo Robusti Tintoretto

Ecce Homo - Jacopo Robusti Tintoretto - Museo de Sao Paulo. La composición ha sido construida sobre una de las diagonales del lienzo, sobrecargando la parte izquierda con una masa de personajes que asisten a la exposición pública del reo azotado. Compensa este efecto la escalera que asciende hacia el pretorio, sobre cuyos peldaños tan sólo aparecen tres figuras humanas y un perro adormecido, Jesús y sus verdugos, a un nivel más alto que el populacho, constituyen un grupo homogéneo en el que se evidencia una tensión emocional, traducida por la flexión de sus miembros y la curvatura de sus cuerpos. La efigie de Poncio Pilatos, con la mano diestra sobre el pecho, alcanza un especial valor narrativo. Con objeto de resaltar los dos grupos de personajes que integran el cuadro, ha utilizado Tintoretto el procedimiento de superponerlos a fondos de iluminación muy distinta; el populacho se recorta sobre un celaje de ocaso recorrido por trágicas nubes, mientras que Cristo y sus acompañantes destacan ante una masa arquitectónica en penumbra, carente de interés pictórico. Examinada con frío racionalismo, la obra posee equilibrio compositivo, lo que no obsta para que produzca un efecto de hondo dramatismo. Éste es, sin duda, uno de los logros que el artista se propuso.
Museo de Sao Paulo
1547
109 x 136 cm. Óleo sobre lienzo

Jacopo Robusti Tintoretto
La composición ha sido construida sobre una de las diagonales del lienzo, sobrecargando la parte izquierda con una masa de personajes que asisten a la exposición pública del reo azotado.
 Compensa este efecto la escalera que asciende hacia el pretorio, sobre cuyos peldaños tan sólo aparecen tres figuras humanas y un perro adormecido, Jesús y sus verdugos, a un nivel más alto que el populacho, constituyen un grupo homogéneo en el que se evidencia una tensión emocional, traducida por la flexión de sus miembros y la curvatura de sus cuerpos. La efigie de Poncio Pilatos, con la mano diestra sobre el pecho, alcanza un especial valor narrativo. Con objeto de resaltar los dos grupos de personajes que integran el cuadro, ha utilizado Tintoretto el procedimiento de superponerlos a fondos de iluminación muy distinta; el populacho se recorta sobre un celaje de ocaso recorrido por trágicas nubes, mientras que Cristo y sus acompañantes destacan ante una masa arquitectónica en penumbra, carente de interés pictórico. Examinada con frío racionalismo, la obra posee equilibrio compositivo, lo que no obsta para que produzca un efecto de hondo dramatismo. Éste es, sin duda, uno de los logros que el artista se propuso.


Obras de:
Jacopo Robusti Tintoretto
Adán y Eva Batalla entre turcos y cristianosCreación de los animales
Cristo caminando sobre las aguas Ecce HomoEl dux Alvise Mocenigo presentado al Redentor
El lavatorio Jesús en casa de Marta y MaríaJudit y Holofernes
La cena de Emaús La Coronación de la Virgen, El ParaísoLa Dama que descubre el seno
Milagro de san Marcos Retrato del procurador Jacopo SoranzoSan Jorge y el dragón
San Marcos liberando a un esclavo Susana y los viejos


Espectadores en los toros - Viewers bulls - Vincent Van Gogh

Espectadores en los toros - Viewers bulls - Vincent Van Gogh -  Museo del Ermitage, San Petersburgo - Hermitage.  Van Gogh fue a ver una corrida de toros que se celebraba en la plaza romana de Arles y se sintió impresionado por el espectáculo; el acontecimiento se convirtió en ocasión para una de las escasísimas escenas de multitudes pintadas por el artista. Los verdaderos protagonistas de la jornada -el torero y los animales- son incluidos en realidad sólo de forma marginal en la representación. La atención de Vincent se centra en las gradas, encuadradas desde lo alto, donde se agolpa la gente. El artista no se detiene a describir individualmente a las personas y hasta las más cercanas al punto desde el que toma la imagen están poco más que abocetadas.  Van Gogh se acercó mucho, en este cuadro, a las soluciones de Gauguin, llegando también a renunciar a su habitual colorido "gritón" por una casi monocromía terrosa, rota por los contornos negros con que están trazadas las figuras.
Museo del Ermitage, San Petersburgo
1888
73 x 92 cm. Óleo sobre lienzo

Vincent Van Gogh
Van Gogh fue a ver una corrida de toros que se celebraba en la plaza romana de Arles y se sintió impresionado por el espectáculo; el acontecimiento se convirtió en ocasión para una de las escasísimas escenas de multitudes pintadas por el artista. Los verdaderos protagonistas de la jornada -el torero y los animales- son incluidos en realidad sólo de forma marginal en la representación. La atención de Vincent se centra en las gradas, encuadradas desde lo alto, donde se agolpa la gente. El artista no se detiene a describir individualmente a las personas y hasta las más cercanas al punto desde el que toma la imagen están poco más que abocetadas. Van Gogh se acercó mucho, en este cuadro, a las soluciones de Gauguin, llegando también a renunciar a su habitual colorido "gritón" por una casi monocromía terrosa, rota por los contornos negros con que están trazadas las figuras.


Obras de:
Vincent Van Gogh
AutorretratoAutorretratoAutorretrato con la oreja cortada
Borrachos Café por la noche, Place Lamartine, Arles Campo de trigo con cuervos
Chozas en Cordeville Ciprés con cielo estrellado Dos girasoles
El escolar El niño de los Roulin El restaurante de la Sirena
Espectadores en los toros GirasolesJaponería: Oiran
Jarrón con girasolesJarrón con malvaviscosLa Arlesiana
La Casa AmarillaLa habitación de Van Gogh en ArlesLa iglesia de Auvers
La ItalianaLa Mousmé sentadaLa siesta
La silla de GauguinLa silla del pintorLa terraza del café por la noche, Place du Forum, Arles
Las caravanasLos comedores de patatasMlle. Gachet al piano
Mujeres con sacos de carbónNaturaleza muerta con Biblia y candelabroNaturaleza muerta con lirios
Noche estrelladaPaisaje al atardecerPaseo en el crepúsculo
Prado con mariposasRetrato de Joseph RoulinRetrato de la señora Roulin
Retrato de MillietRetrato de Pére Tanguy Retrato del doctor Gachet
Retrato del doctor ReyRetrato del pintor BochRonda de prisioneros
Sauces a la puesta de solSembrador a la puesta de solTejedores en el telar
Trigo verdeUn par de zapatos


martes, 18 de junio de 2013

Ciprés con cielo estrellado - Cypress tree with starry sky - Vincent Van Gogh

Ciprés con cielo estrellado - Cypress tree with starry sky - Vincent Van Gogh -  Kröller-Müller Museum, Otterlo, El descubrimiento de los cipreses fue para Van Gogh el acontecimiento más importante de junio de 1889, "Los cipreses tienen líneas y proporciones tan bellas como los obeliscos egipcios".  Un sentido de urgencia y de tensión parece envolver el cielo. La composición fluye veloz en todas las direcciones, alejándose del polo constituido por el ciprés. Cada elemento se prolonga en el que está al lado. En la representación de la luna intuimos también la parte no visible. Van Gogh pinta las estrellas con un círculo de pinceladas amarillas, verdes y blancas, sobre un cielo que empieza a oscurecer. Las figuras de los dos hombres, pequeñísimos en comparación con el ciprés, así como la del carro que se aproxima, parecen perdidas en la inmensidad del movimiento cósmico que les rodea y que fluye en torno a ellas.
Kröller-Müller Museum, Otterlo
1889
92 x 73 cm. Óleo sobre lienzo

Vincent Van Gogh
El descubrimiento de los cipreses fue para Van Gogh el acontecimiento más importante de junio de 1889, "Los cipreses tienen líneas y proporciones tan bellas como los obeliscos egipcios". 
Un sentido de urgencia y de tensión parece envolver el cielo. La composición fluye veloz en todas las direcciones, alejándose del polo constituido por el ciprés. Cada elemento se prolonga en el que está al lado. En la representación de la luna intuimos también la parte no visible. Van Gogh pinta las estrellas con un círculo de pinceladas amarillas, verdes y blancas, sobre un cielo que empieza a oscurecer. Las figuras de los dos hombres, pequeñísimos en comparación con el ciprés, así como la del carro que se aproxima, parecen perdidas en la inmensidad del movimiento cósmico que les rodea y que fluye en torno a ellas.


Obras de:
Vincent Van Gogh
AutorretratoAutorretratoAutorretrato con la oreja cortada
Borrachos Café por la noche, Place Lamartine, Arles Campo de trigo con cuervos
Chozas en Cordeville Ciprés con cielo estrellado Dos girasoles
El escolar El niño de los Roulin El restaurante de la Sirena
Espectadores en los toros GirasolesJaponería: Oiran
Jarrón con girasolesJarrón con malvaviscosLa Arlesiana
La Casa AmarillaLa habitación de Van Gogh en ArlesLa iglesia de Auvers
La ItalianaLa Mousmé sentadaLa siesta
La silla de GauguinLa silla del pintorLa terraza del café por la noche, Place du Forum, Arles
Las caravanasLos comedores de patatasMlle. Gachet al piano
Mujeres con sacos de carbónNaturaleza muerta con Biblia y candelabroNaturaleza muerta con lirios
Noche estrelladaPaisaje al atardecerPaseo en el crepúsculo
Prado con mariposasRetrato de Joseph RoulinRetrato de la señora Roulin
Retrato de MillietRetrato de Pére Tanguy Retrato del doctor Gachet
Retrato del doctor ReyRetrato del pintor BochRonda de prisioneros
Sauces a la puesta de solSembrador a la puesta de solTejedores en el telar
Trigo verdeUn par de zapatos


La Virgen de la mariposa / Francesco di Gentile

Pinacoteca Vaticana

Francesco di Gentile
Aunque realizó su aprendizaje en el taller de su padre, Gentile da Fabriano, ello no supuso en modo alguno la continuación de un estilo tradicional, sino tan sólo la adquisición de un bagaje técnico que le permitiría hallar los propios caminos de expresión plástica. Así lo demuestra esta composición, en la que las dos figuras -la Virgen de medio cuerpo- adoptan actitudes estáticas y laxas. La frontalidad de la efigie mariana, así como el detalle del libro que sujeta con la mano izquierda, pueden achacarse al deseo de respetar un tipo iconográfico acreditado en el arte italiano anterior. Las carnaciones han sido tratadas con una técnica del claroscuro que se sirve de toques de pincel paralelos; idéntico procedimiento proporciona los volúmenes y sombras que dan vida a los ropajes. Excepto en las aureolas y en el broche que sujeta la toca de la Virgen, el artista ha prescindido del dorado, prefiriendo un fondo de celaje nuboso poblado por formas de gran originalidad. Finalmente, el detalle que ha servido para bautizar el cuadro: una gran mariposa, de especie perfectamente clasificable en términos entomológicos, que vuela majestuosamente junto a las figuras, a la derecha de la composición.

María Luisa de Parma / Antonio Rafael Mengs

Museo del Prado

Antonio Rafael Mengs
Mengs, como todos los rococó, se muestra mucho más penetrante y sincero en el capítulo del retrato. Aunque desde el punto de vista técnico están cargadas sus obras de excesivo refinamiento y consiguen la apariencia de un esmalte o un cromo, sin embargo, debemos hacer constancia de la psicología de Mengs para brindarnos un fiel retrato anímico de sus personajes. Nos ha dejado un admirable muestrario de retratos reales y nobiliarios que, sin duda alguna, representan los mejor de su obra.

viernes, 14 de junio de 2013

Campo de trigo con cuervos - Wheat Field with Crows - Vincent Van Gogh

Campo de trigo con cuervos - Wheat Field with Crows - Vincent Van Gogh -  Van Gogh Museum, Ámsterdam, "Hay inmensas extensiones de trigo bajo cielos tempestuosos, por lo que no he vacilado en expresar una sensación de soledad". Estos campos son casi una señal del final de la etapa impresionista. Los campos de Monet tienen una paleta brillante y sosegada, mientras estas extensiones recuerdan el valle de Josafat en espera del Juicio Universal. Puede ser considerado como su testamento artístico y espiritual. Pintado pocos días antes de su suicidio, revela el drama existencial de su autor. A pesar de que reaparece la combinación amarillo-azul, ha perdido su nota alegre. El lienzo está dominado por una atmósfera oscura, cargada de presagios, y el vuelo de los cuervos no alivia en modo alguno la tensión. Los pigmentos, sobrecargados, están aplicados con una pincelada quebrada y angulosa.
Van Gogh Museum, Ámsterdam
1890
50,5 x 103 cm. Óleo sobre lienzo

Vincent Van Gogh
"Hay inmensas extensiones de trigo bajo cielos tempestuosos, por lo que no he vacilado en expresar una sensación de soledad". Estos campos son casi una señal del final de la etapa impresionista. Los campos de Monet tienen una paleta brillante y sosegada, mientras estas extensiones recuerdan el valle de Josafat en espera del Juicio Universal. 
Puede ser considerado como su testamento artístico y espiritual. Pintado pocos días antes de su suicidio, revela el drama existencial de su autor. A pesar de que reaparece la combinación amarillo-azul, ha perdido su nota alegre. El lienzo está dominado por una atmósfera oscura, cargada de presagios, y el vuelo de los cuervos no alivia en modo alguno la tensión. Los pigmentos, sobrecargados, están aplicados con una pincelada quebrada y angulosa.


Obras de:
Vincent Van Gogh
AutorretratoAutorretratoAutorretrato con la oreja cortada
Borrachos Café por la noche, Place Lamartine, Arles Campo de trigo con cuervos
Chozas en Cordeville Ciprés con cielo estrellado Dos girasoles
El escolar El niño de los Roulin El restaurante de la Sirena
Espectadores en los toros GirasolesJaponería: Oiran
Jarrón con girasolesJarrón con malvaviscosLa Arlesiana
La Casa AmarillaLa habitación de Van Gogh en ArlesLa iglesia de Auvers
La ItalianaLa Mousmé sentadaLa siesta
La silla de GauguinLa silla del pintorLa terraza del café por la noche, Place du Forum, Arles
Las caravanasLos comedores de patatasMlle. Gachet al piano
Mujeres con sacos de carbónNaturaleza muerta con Biblia y candelabroNaturaleza muerta con lirios
Noche estrelladaPaisaje al atardecerPaseo en el crepúsculo
Prado con mariposasRetrato de Joseph RoulinRetrato de la señora Roulin
Retrato de MillietRetrato de Pére Tanguy Retrato del doctor Gachet
Retrato del doctor ReyRetrato del pintor BochRonda de prisioneros
Sauces a la puesta de solSembrador a la puesta de solTejedores en el telar
Trigo verdeUn par de zapatos


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