José de Ribera
Momento en que, retirado en penitencia a la Porciúncula para huir de las tentaciones del demonio, se lanzó a una espesa zarza de espinas, que de improviso floreció milagrosamente, y tuvo la visión de un ángel en vuelo que le ordenaba en nombre de Cristo que pidiera al pontífice un decreto de indulgencia para todos los que a partir de ese momento fuesen a rezar, a ese mismo lugar, el día en el que se celebra la liberación de San Pedro de la cárcel.
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