Auguste Renoir
En las composiciones de pequeño tamaño, como esta, ejecutado hacia 1876, muestra Renoir todo el virtuosismo y espontaneidad de su técnica. El personaje ha sido representado en busto, prácticamente en contraluz, con un libro en sus manos y un fondo que sugiere vagamente el interior doméstico. Los colores alcanzan en este lienzo una especial vibración, heridos por el rayo de sol que se proyecta desde detrás de la figura.
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