Obra del maestro de Urbino, en cierto modo desfigurada por antiguas limpiezas que barrieron superficialmente los pigmentos, restando definición a las pinceladas. A título de hipótesis se ha identificado al modelo con Pietro Bembo, polifacético escritor de origen veneciano que se convertiría en secretario del papa León X y alcanzaría la dignidad cardenalicia. Es posible que Rafael, de confirmarse la hipótesis, iniciara su amistad con Bembo a su llegada a la corte de Lorenzo el Magnifico, en 1504, fecha en la que puede situarse este retrato. Su estilo, en todo caso, es todavía subsidiario de la manera del Perugino, a cuyos patrones corresponde el suave paisaje de fondo, así como la expresión reposada y distante del personaje.
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