Art Institute de Chicago
Lucas Cranach el Viejo
La agitada composición constituye una mescolanza de personajes evangélicos y de figuras coetáneas del pintor. Bajo las cruces aparece un nutrido grupo de jinetes en el que se distingue al Elector de Sajonia y a diversos miembros de su corte, vestidos con armadura o en indumentaria civil. Testigos de excepción del martirio de Cristo, contemplan con tristeza la cruz o intercambian exclamaciones en voz baja. El Crucificado se recorta sobre un celaje que presagia fuerte tormenta, flanqueado por los ladrones; el de la derecha ha sido descrito como un hombre obeso, de aspecto ridículo. Ocupan el primer término tres grupos de figuras. A la izquierda, la Virgen con las Marías y san Juan; aquella se halla anonadada por el dolor y es confortada por las personas amigas que la acompañan. En el centro situó el pintor a un enano grotesco, en conversación con dos hombres y un soldado. En el ángulo derecho, los sayones se disputan a los dados la posesión de la túnica de Cristo.
Visto en detalle estos dos últimos grupos permite apreciar las características peculiares del estilo de Cranach en su madurez. Ante todo, se reconoce un propósito exageradamente expresivo que le conduce a representar tipos humanos de rostros caricaturescos. Sus rasgos son a menudo deformes y mal proporcionados, y revelan sentimientos de odio, ira o desdén. Debe añadirse que el pintor se sirvió de un canon muy corto, precisamente para acentuar la expresividad de las caras que componen tan abigarrado mosaico. En segundo término, se advierte el interés por rendir el efecto visual de los materiales –telas de calidad sedosa, aceradas armaduras- que constituyen la indumentaria de los personajes. Cranach ha descrito en detalle la textura de las cotas de malla, los recovecos de los trajes acuchillados, sombreros de caprichosas formas y el pormenor de las espaldas con guardamano de lazo. La superposición de todos estos elementos determina el carácter agitado y caótico de la composición en la que se conjugan el ritmo curvilíneo de las figuras situadas sobre el suelo y la verticalidad de las cruces y las lanzas que erizan el celaje. La composición fue tomada en sus líneas generales de un grabado en madera de Alberto Durero. El cuadro se halla firmado con el monograma del dragoncillo alado, junto al que figura la fecha de 1533.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comenta por favor, me interesa tu opinión