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lunes, 30 de diciembre de 2013

Retrato de Giulio Clovio / El Greco

Galería Nacional de Capodimonte

El Greco
El modelo aparece en busto, con un libro miniado en la mano izquierda, y ante una ventana por la que se divisa un paisaje con árboles y cielo agitado. El anciano miniaturista posee una fisonomía de nobles rasgos, y manos ágiles y afiladas. En el estilo del retrato, ejecutado el mismo año de la llegada del Greco a Roma, se advierte una fuerte influencia de Tiziano.

lunes, 5 de agosto de 2013

Anunciación / El Greco

Museo de Sao Paulo

El Greco
Las figuras de la Virgen y el ángel aparecen en un medio inconcreto y dramático. Éste sobre un rompimiento de nube, con las alas extendidas sobre un fondo impenetrable en el que se recorta, entre jirones de niebla, el Espíritu Santo. María, sorprendida durante la lectura, tiene a sus pies un canastillo con ropa y junto a él un jarro con flores. La escena recibe una iluminación cenital que encuentra su camino a través de la oscuridad circundante y resbala con matices satinados sobre el rostro y la indumentaria marianos; el ángel parece visible a costa de la claridad que refleja la figura principal. Los ropajes y los elementos nubosos denotan una técnica pictórica que es exclusiva del Greco, compuesta por amplias pinceladas de libertad y violencia inconfundibles. Este instrumento sirve para construir un conjunto determinado por conceptos de hondo misticismo y cuyo propósito último es el de transmitir una emoción de raíz espiritual.

viernes, 15 de febrero de 2013

La expulsión de los mercaderes del templo / El Greco

Minneapolis Institute of Art

El Greco
En 1570 Doménikos se traslada a Roma, donde recibirá la protección del cardenal Alejandro Farnesio. En la Ciudad Eterna realiza un buen número de obras en las que se aprecia claramente la evolución de su estilo, como observamos en la Expulsión de los mercaderes del templo, si la comparamos con la que realizó años atrás y que hoy guarda la National Gallery of Art de Washington. Este tema será uno de los preferidos por el arte de la Contrarreforma ya que se aprecia una prefiguración de la lucha entre la Iglesia católica y la herejía protestante. Algunos papas lo eligieron como reverso de medallas conmemorativas y El Greco lo empleará en numerosas ocasiones a lo largo de su vida. La figura de Cristo preside la escena, vestido con sus habituales colores que simbolizan martirio y eternidad. Tras él se aprecia el marco arquitectónico, mucho más espectacular y clásico en esta ocasión al introducir columnas y edificios romanos. La composición está formada por diferentes grupos que se articulan perfectamente en el espacio, gracias al papel unificador de la luz y del color. Las figuras que los componen están perfectamente tratadas, interesándose por sus anatomías, ahora mucho más escultóricas. De esta manera, Doménikos otorga mayor monumentalidad al conjunto, en una escena plenamente conseguida. La influencia de los grandes maestros continúa presente al mantenerse las grandes líneas de la obra con respecto a la realizada en Venecia. Así, encontramos el colorido y la iluminación de la Escuela veneciana, la tensión dramática de Tintoretto o las figuras de Tiziano, sin olvidar las referencias a Miguel Ángel, quizá el artífice indirecto de la evolución de Doménikos. En la esquina inferior derecha encontramos cuatro retratos con los que el pintor homenajea a sus maestros; son los bustos de Tiziano, Miguel Ángel, Giulio Clovio y un personaje desconocido que se identifica con Rafael o Correggio. La personalidad de Miguel Ángel inspiraba en Doménikos una doble opinión ya que le consideraba un excelente dibujante y escultor pero un deficiente colorista, criticando en numerosas ocasiones la obra del florentino, lo que le valió la enemistad de algunos artistas como Giorgio Vasari. Algunos especialistas opinan que su marcha de Roma fue motivada precisamente por las críticas al Juicio Final de la Capilla Sixtina. Con esta obra El Greco se incorpora al lenguaje del Renacimiento, olvidando sus raíces bizantinas. Sin embargo, aún le quedaba mucho camino por recorrer.

martes, 15 de enero de 2013

Curación del ciego / El Greco

Galería Nacional, Parma

El Greco
El cardenal Alejandro Farnesio será el propietario de esta escena, realizada por Doménikos durante su estancia en Roma por encargo del eclesiástico. Ya había trabajado en una obra similar en Venecia, manteniendo en ésta las líneas básicas. Emplea una plataforma en primer plano, sobre la que se sitúan las figuras; los edificios se mueven hacia el fondo, formando una diagonal como ya había hecho Tintoretto en el Lavatorio del Museo del Prado. Esta composición arquitectónica sirve como telón de fondo a la imagen. Los grupos se organizan adecuadamente, dejando un espacio central para que podamos apreciar el efecto de perspectiva. Gracias al contacto con los manieristas romanos introduce novedades como el fuerte cambio de escala entre el primer plano y el fondo - creando sensación de irrealidad -, la gesticulación excesiva del grupo de ancianos de la derecha o la aparición de un joven de espaldas semidesnudo, en primer plano - demostrando en la patria del dibujo, Roma, su conocimiento de la anatomía y su dominio del escorzo -. Las citas clásicas están también presentes: el joven semidesnudo recuerda el Hércules Farnesio y el rostro barbado como homenaje al Laocoonte. La asimilación del lenguaje manierista por parte de Doménikos hace que esta imagen sea comparable al Martirio de San Mauricio de El Escorial. En la zona de la izquierda aparecen dos figuras vestidas a la usanza de la época renacentista, considerándose como retratos de miembros de la familia Farnesio, o incluso uno de ellos un autorretrato, incidiendo de esta manera en la idea de que esta obra es una especie de "manifiesto pictórico", donde demuestra todas las influencias que ha asimilado para crear un estilo propio.

martes, 8 de enero de 2013

Autorretrato / El Greco

Metropolitan Museum de Nueva York

El Greco
Los especialistas consideran que este lienzo estaría realizado hacia 1595, por lo que Doménikos tendría unos 55 años, edad ligeramente avanzada para su época - recordemos que el emperador Carlos V fallecía a los 58 años - en un momento de máxima creatividad y fama tras haber realizado el Entierro del señor de Orgaz. Siguiendo los modelos de Tiziano y Tintoretto contemplados en Venecia, El Greco se interesa por captar su propia alma, destacando sus inteligentes y despiertos ojos y la mirada directa, penetrante. Viste una pelliza con cuello de piel y una pequeña gorguera, habitual en la moda del momento. La pincelada rápida empleada no se detiene en detalles superfluos sino en la cabeza, magistral ejemplo de la retratística grequiana, creando ese soberbio clima de intimidad característico de sus retratos.

sábado, 29 de diciembre de 2012

Anunciación / El Greco

Museo del Prado

El Greco
Probablemente nos encontremos ante una de las imágenes más completas de las que realizó El Greco en Venecia. Sus deseos de incorporar el lenguaje del Renacimiento a sus escenas se muestran con claridad aquí. De esta manera, nos encontramos ante un excelente ejemplo de perspectiva - a través de la arquitectura y del suelo embaldosado -, colorido - inspirado en la Escuela veneciana - y composición. Los ecos de Tiziano y Tintoretto están presentes, en la figura de María el primero y en la organización del conjunto el segundo. Las figuras que pinta en estos momentos Doménikos mantienen aún el canon estético clásico, alejado de los gigantescos personajes que protagonizarán sus últimas obras, como la Adoración de los pastores del Museo del Prado. En la parte superior de la imagen contemplamos un típico Rompimiento de Gloria, destacando los angelitos en diferentes posturas que otorgan un mayor dinamismo a la escena. El juego de miradas entre María y el ángel refuerza la diagonal empleada para organizar la composición, resultando una imagen muy atractiva.

viernes, 18 de mayo de 2012

Mater Dolorosa / El Greco

Galería Dahlem de Berlín


El Greco
Existen dos tipos de Mater Dolorosa pintados por el Greco. En el modelo del primero, la Virgen aparece con el rostro enmarcado por una toca cerrada –Museo de Estrasburgo-. Prototipo del segundo –de busto también, lienzo sobre la cabeza dejando ver el pelo, manto verde, manos cruzadas- será este, cuya probable datación lo sitúa hacia el 1585-1590.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Asunción de la Virgen / El Greco

Art Institute de Chicago

El Greco
El Greco divide la composición en dos planos. En el superior aparece María acompañada por ángeles, poseído su cuerpo de un impulso ascensional que se traduce en el tratamiento serpentinato de la figura. En el plano terreno se hallan los apóstoles, escindidos en dos grupos junto al sepulcro vacío. Sus actitudes denotan la sorpresa ante el portento, traducen profundas emociones con gestos cuya teatralidad se olvida en función de la coherencia del conjunto. Es evidente, en suma, que el artista se planteó la composición con un sentido arquitectónico. Un análisis individual de las figuras muestra las influencias de Veronés y de Miguel Ángel; a ésta se debe el monumentalismo y poder expresivo de las representaciones de apóstoles, que parecen inspiradas en los frescos de la Capilla Sixtina. Aparte tales elementos estilísticos, propios de la primera etapa de la pintura cretense, esta composición ofrece características puramente autónomas y que indican de forma muy clara la definitiva orientación de la obra del Greco. Así, por ejemplo, el canon alargado de los rostros de las figuras y su expresión visionaria, o la oposición y alternancia de gamas de color amarillo, azul, verde y rojo.

miércoles, 4 de mayo de 2011

San Francisco y el lego - St Francis and Brother - El Greco

Pinacoteca de Brera

El Greco
Firmado en el cartellino del ángulo inferior derecho, presenta como es habitual al santo arrodillado en el marco oscuro de una cueva, con una calavera en sus manos y en actitud meditativa. A sus pies se halla el lego, fray León, las manos unidas en devota plegaria. Una luz misteriosa desciende del celaje azul que se percibe por la izquierda. Un examen en detalle pone de manifiesto características de ejecución que corresponden exclusivamente a la mano del maestro. En primer lugar, la levedad del toque, bajo el que palpita con efecto expresivo la capa de imprimación del lienzo, compuesta por una tonalidad rojiza. En segundo término, la agitación del pincel, que deposita toques deslavazados, confiriendo a las formas una fluidez que las integra a la atmósfera. Ciertas zonas, como el suelo de roca, poseen una riqueza de transiciones tonales que les concede vida propia. Los burdos hábitos de los dos personajes cobran apariencia inmatérica en virtud de la técnica de ejecución. El Greco renuncia a la valoración de las formas anatómicas que existen bajo los ropajes, de modo que las caracterizaciones del santo y su acompañante residen en las expresiones de los rostros y de las manos. En términos iconográficos, es oportuno señalar que el lego ha sido representado en escorzo para que su faz no compita en interés con la de la figura principal.

domingo, 20 de marzo de 2011

La Oración del Huerto - Agony in the Garden – El Greco

Museo nacional de Bellas Artes de Budapest

El Greco
En esta composición no puede hablarse propiamente de preocupaciones espaciales, puesto que al artista le interesa menos crear un escenario realista en su dimensión que construir un ambiente simbolista, en concordancia con el episodio narrado. Tres apóstoles dormitan recostados en las peñas, formando un grupo compacto que queda delimitado por troncos de árboles recién cortados. En la parte superior del lienzo, sobre una zona amesetada que tiene por fondo una gran roca, aparecen Cristo en actitud orante y el ángel con el cáliz, éste arrodillado en un jirón de nube y dotado de una calidad agrisallada y transparente. En este lado, el celaje del cuadro posee una tonalidad grisácea mientras que a la derecha, por donde se aproximan los soldados que van a prender a Jesús, el cielo ha sido ganado por la oscuridad total, salvo en un rompimiento de nubes por el que penetran rayos de luna, realzando el perfil difuso de la lejana Jerusalén. Es una obra a la vez sencilla y compleja; su sencillez reside en el somero tratamiento de las formas, reducidas a su expresión casi abstracta, y su complejidad en el simbolismo del escenario y los personajes representados.

sábado, 18 de diciembre de 2010

San Juan ante los misterios del Apocalipsis - The Vision of Saint John - El Greco


El Greco
Sobrecogedora es la visión pictórica que el Greco transcribe en esta composición, a menudo titulado también El quinto sello del Apocalipsis. El cuadro es la última gran obra del artista y se halla inacabado. Emociona pensar que la muerte interrumpiera esta pintura que expresa la personal visión de un hombre respecto al destino ultraterreno que le está reservado. En ella aparece san Juan, a la izquierda, anonadado por la visión que se le ofrece: el premio a los bienaventurados, cuyo símbolo son los mantos que los ángeles hacen descender sobre las almas desnudas. Los diversos personajes que en actitudes variadas de contrapposto se presentan ante el santo son, en realidad, representación de entes inmateriales, son espíritus deformados por el maestro de acuerdo con unos conocimientos de la anatomía humana que se antojan remotos, casi olvidados. El Greco se sentiría tal vez en otro mundo, el mundo de los justos, al concebir y comenzar esta obra. Las masas de color, las luces y las sombras se funden de manera tan fluida que el medio que acoge a todos estos personajes constituye una visión en sí mismo. La monumental efigie de san Juan, paralizada en un gesto patético, centra la atención del espectador, que debe declararse incapaz de distinguir en el lienzo la sucesión de planos en el espacio a la que le han habituado las normas pictóricas.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Sagrada Familia - The Holy Family (The Virgin of the Good Milk) – El Greco


El Greco
La Virgen da el pecho al Niño en presencia de santa Ana, que acaricia a éste la cabeza, y san José. Forman los personajes un grupo unido por vínculos de afecto que el pintor indica conectando las figuras por una cadena de manos cuyo eslabón común es la desnuda figura del Niño. El celaje compone una especie de halo o dosel en torno a la cabeza de la Virgen, cuyo rostro repite el modelo acuñado en otras muchas representaciones marianas. Es probable que esta obra fuese realizada por el Greco en colaboración con sus ayudantes.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Magdalena penitente – Penitent Magdalene - El Greco


El Greco
El pintor ha dedicado la máxima atención a la figura, que medita ante la calavera y el libro abierto. Su mano derecha se halla sobre el pecho, dispuestos los dedos en un abanico irregular de raigambre manierista, mientras que la posición de la izquierda es comparable a la del Cristo en el Expolio. La fuerza expresiva del personaje reside precisamente en el gesto de estas finas manos, de dedos afilados, que plasman el momento de ascesis mística y contrapesan la aparente serenidad del rostro, vuelto a la derecha, por donde irrumpe una luz sobrenatural. El manto envuelve a la figura sin revelar sus formas, en contraste con la ligereza de la túnica que permite la transparencia de un seno. La forma ojivada de los contornos de la Magdalena se integra en un escenario inconcreto; a la derecha aparece una roca por la que trepa una enredadera, mientras que a la izquierda el panorama se prolonga hasta el horizonte azulado a través de una llanura en la que existe un agrupamiento de cabañas. El cielo ha sido compuesto con audacia, quebrando las nubes en claros de formas poligonales. Por su belleza humana, la Magdalena recuerda el Tiziano del mismo tema, obra que, sin embargo, carece del ambiente de espiritualidad de este cuadro, cuya ejecución merece el calificativo de impresionista, en razón de la vivacidad y efectismo de las pinceladas con las que el artista ha puesto los toques luminosos.

domingo, 1 de agosto de 2010

El expolio de Cristo - The Disrobing of Christ – El Greco


El Greco
El cuadro pertenece a los primeros años de actividad del artista en Toledo, la década de 1580. Su estilo no se ajusta al manierismo moderado y convencional que gozaba del favor del rey Felipe II, quien no encargaría ya a partir de estas fechas ninguna otra obra al pintor de Candía, tras haber vetado la colocación del San Mauricio en el altar del Monasterio de El Escorial para el que había sido realizado. En esta versión, existen otras dos con el mismo tema y titulo, adopta un formato apaisado y, por ello, las figuras aparecen en medio cuerpo. El Greco compone la escena con sólo ocho personajes, repitiendo tipos que aparecen tanto en el cuadro toledano como en el ejemplar de Munich.

sábado, 31 de julio de 2010

Cabeza de apóstol – Head of an apostle - El Greco


El Greco
Los rasgos del personaje son profundos y se hallan modelados con una concreción superior a la de los rostros de santos plasmados por el maestro en otras composiciones. En todos sus detalles, por ejemplo, en el mechón canoso que despunta tras la oreja, revela el cuadro la utilización de un modelo vivo. Ello abona la suposición de que este apóstol sea, en realidad, un autorretrato del Greco, tesis difícil de demostrar por la falta de términos de referencia, si se exceptúa el autorretrato de primera época que aparece en la Curación del ciego. De confirmarse la hipótesis, esta efigie representaría al Greco a sus cincuenta y cinco años de edad, puesto que el estilo del lienzo, sus paralelismos con la serie de apóstoles del Museo de Toledo, lo sitúan en torno al año 1595.

Anunciación – Annunciation - El Greco


El Greco
La crítica no es unánime en la catalogación del cuadro, puesto que un sector de la misma se inclina a suponerlo obra del maestro con importante intervención de su taller. La técnica un tanto monótona, que determina cierta rigidez en los ropajes de la Virgen y una peculiar crispación en los del ángel, justifica las dudas de los especialistas.

lunes, 28 de junio de 2010

Busto de Cristo – Bust of Christ - El Greco


El Greco
Rodeada por una misteriosa luz que compone un halo romboidal, la cabeza del Redentor se halla inclinada hacia la derecha, según el eje de una de las diagonales del lienzo, dirigiendo la mirada hacia lo alto. La composición es de un característico sintetismo, puesto que no incluye alusión alguna al escenario en el que se halla situada la figura, ni la descripción de los detalles de su indumentaria, una túnica carmesí tratada en amplios planos por luces doradas. Es forzoso, pues, que la atención del espectador se concentre en los rasgos longilíneos del rostro, enmarcado por un mechón de cabellos que cae sobre el hombro formando elegantes rizos, y cuya expresión viene dada por los grandes ojos, dotados de irisaciones acuosas. El procedimiento pictórico revela una gran economía de esfuerzo y la búsqueda de efectos ópticos de vibración lumínica que integren la figura en su irreal entorno atmosférico. El Greco prescinde de las líneas de contorno, modelando las formas mediante transiciones tonales de extraordinaria fluidez.

sábado, 15 de mayo de 2010

La curación del ciego - The miracle of Christ healing the blind – El Greco


El Greco
El Greco no había llegado todavía a España cuando pintó esta tabla, que es de su época veneciana.
El episodio representado se ajusta al relato del evangelista san Marcos con gran exactitud. El grupo principal, el de Cristo tomando de la mano al ciego arrodillado y tocándole los ojos, está desplazado al lado izquierdo y la composición se equilibra en la otra parte con la presencia de los discípulos, que conversan muy agitados. El fondo está constituido por bella y limpia arquitectura renaciente y por un cielo azul con nubes blancas y grises que se desgarran, aunque todavía no tienen el dramatismo que el Greco dará a esta clase de celaje en su pintura posterior.

sábado, 24 de abril de 2010

San Martín y el pobre - St.Martin and the beggar – El Greco


El Greco
Existen dos ejemplares del cuadro titulado San Martín y el pobre. Estas repeticiones, con mayores o menores variantes, son habituales en la producción del cretense, pero hay diferencias entre ellas por razón de su calidad. Este ejemplar es totalmente de manos de Domenico y se sitúa alrededor del año 1598; lleva una firma muy explícita en griego y procede del altar de la izquierda en la capilla de San José de Toledo, donde estuvo hasta 1906. Por añadidura, se conservan los documentos referentes a su contratación con curiosas incidencias en la tasación de su precio. El otro ejemplar, de tamaño menor, es una réplica tardía en cuya ejecución participarían los ayudantes del taller.
La piadosa tradición de san Martín partiendo su capa con la propia espada para dar la mitad a un pobre está plasmada aquí en un grupo monumental que sigue las normas compositivas del manierismo. El paisaje del fondo tiene el verdor de la vega toledana, en la que se adivinan la gran rueda hidráulica en el Tajo, algunas construcciones de la parte baja de la ciudad y en alto el castillo de San Servando.
Con típico anacronismo, san Martín lleva una hermosa armadura pavonada con golilla, propia del siglo XVI.
Figuras de canon alargado, líneas ondulantes, densas masas de colores contrapuestos caracterizan la fase de plenitud en la obra idealista y exaltada de Theotocopouli. Dentro de su vibración cromática hay una sólida construcción, especialmente apreciable en el soberbio torso desnudo del pobre, cuya anatomía está perfectamente modelada por la luz.

lunes, 19 de abril de 2010

Laocoonte y sus hijos - Laocoonte and his sons – El Greco


El Greco
A comienzos del siglo XVI había sido descubierta en Roma la famosa escultura helenística –hoy en el Museo Vaticano- en que Laocoonte, sacerdote troyano de Poseidón, es devorado juntamente con sus dos hijos por serpientes salidas del mar, como castigo de los dioses por haber golpeado con su lanza el caballo de madera consagrado a Minerva, que en realidad encerraba en su vientre a los soldados griegos prestos a introducirse en la ciudad para arrasarla. El tema había sido tratado por los humanistas e inspiró como consecuencia al arte.
El Greco no repite la composición clásica, puesto que no tenía la exigencia de agrupar las figuras en un bloque de mármol, sino que más bien separa las figuras, tan compactas en aquél, dejando al anciano Laocoonte tendido en el suelo y agarrando una serpiente con sus manos, un hijo detrás, echado y en violento escorzo, mientras el otro está en pie a la izquierda, esforzándose por apartar el reptil que le muerde en el costado. Para cerrar la composición por el otro lado están de pie las figuras de unos dioses. Queda así un gran espacio abierto en la mitad superior del cuadro, cuyo centro ocupa el gigantesco caballo ante la puerta de la ciudad. Y esa puerta es la toledana de Bisagra, que era moderna en tiempos del Greco; tras ella, las murallas y edificios de Toledo, el paisaje grandioso y entrañable que repitió siempre Domenico.
Ésta es la única obra de asunto mitológico que pintó y el cuadro español con mayor numero de desnudos en su época, unos desnudos esenciales y casi inmateriales, que arden en la llama de su propia exaltación.
Hermano de Anquises y sacerdote de Apolo, Laocoonte, es, con Casandra, el único en poner en guardia a Troya contra el misterioso caballo de madera ideado por Ulises que los griegos, para engañar a los troyanos, habían abandonado en el campo de batalla después de fingir que se retiraban con toda su flota.
Laocoonte, que había arrojado una jabalina contra los flancos del gigantesco animal revelando así que estaba hueco, se opuso a que fuera introducido en el recinto de la ciudad y aconsejó quemarlo. Pero dos serpientes monstruosas surgieron del mar y aferraron con sus anillos a los dos hijos de Laocoonte, asfixiándolos, así como a su padre, que había corrido en su ayuda. Aquellas serpientes habían sido enviadas por Apolo, furioso contra Laocoonte porque este había profanado su templo al unirse a su esposa a los pies de la estatua divina. Los troyanos, espantados por estas muertes y engañados por un espía enemigo, interpretaron, sin embargo, el prodigio como un castigo divino por haber osado oponerse al caballo. Para no incurrir en las iras de los Inmortales, se apresuraron a introducirlo dentro de las murallas de la ciudad, precipitando así la ruina de Troya.

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