Art Institute de Chicago
Henri Rousseau
En un utópico paisaje selvático integrado por especies vegetales de extraordinarias proporciones, presenta antílopes y las figuras de dos negros; al fondo aparece una convencional agrupación de cabañas. Pintado en 1910, este cuadro refleja la fiebre africanista que había invadido los medios artísticos e intelectuales franceses. El descubrimiento del arte negro por los pintores de la época –entre ellos Picasso y Modigliani- determinaría, en particular, la aparición del cubismo. Para Rousseau, sin embargo, la fascinación de lo africano queda limitada a un cierto romanticismo. La obra pretende ser la transcripción de un mundo exótico y misterioso con ribetes de paraíso, en el que el pintor combina de modo arbitrario el paisaje de jungla y animales de sabana, sobre un horizonte de desierto.
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