Pinacoteca Vaticana
Rafael Sanzio
En el paisaje que sirve de fondo puede advertirse el cuidado con que el pintor ha descrito los árboles y su follaje, así como la precisión del dibujo, de un geometrismo depurado en los elementos arquitectónicos. Hay que señalar, sin embargo, dos factores que han tergiversado hasta cierto punto la idea original del artista. En primer lugar, la alteración sufrida por algunos de los pigmentos empleados, especialmente el azul, que se ha oscurecido al correr del tiempo, cobrando una textura desigual. En segundo término, el desgaste de la capa pictórica ocasionado por limpiezas abusivas que han debilitado los trazos y las veladuras. En la última de estas operaciones, realizada con toda clase de garantías, se consideró oportuno dejar como testimonio del estado anterior de la pieza una pequeña porción del barniz antiguo; puede reconocerse fácilmente en los cuartos traseros del caballo blanco situado a la izquierda.
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