Pinacoteca Vaticana
Pietro Perugino
Existe el deseo, por parte del pintor, de expresar por medios pictóricos la serenidad que la fe proporciona. En consecuencia, adopta esta composición una estructura racional y simétrica en la que los personajes ocupan lugares claramente jerarquizados. La Virgen y el Niño, en el centro, bajo un gran dosel arquitectónico y sobre un trono de delicadas formas, presiden con amable autoridad el conjunto. Todas las figuras adquieren presencia física en el espacio por medio de un dibujo de extraordinaria perfección y un mesurado empleo del claroscuro. A la claridad definitoria de las luces se suma la riqueza del colorido, auténtico elemento suntuario de la obra.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comenta por favor, me interesa tu opinión