Museo de las Armas de Lieja
Jean-Dominique Ingres
Primer retrato pintado por Ingres
en el que se alude a la propaganda política. Tras el cortinaje verde, una
ventana abierta permite ver la catedral de San Lamberto y la ciudadela de Santa
Walburga de Lieja. En primer plano podemos contemplar un Decreto que acaba de
firmar el protagonista por el que se destinan ayudas económicas para la
reconstrucción del suburbio de Amercour, bombardeado por las tropas austriacas.
De esta manera, se querían demostrar los beneficios que brindaba el Primer
Cónsul a las ciudades flamencas ante el ataque austriaco. Napoleón viste
uniforme de terciopelo rojo y oculta su mano izquierda en el pecho. Tras él
observamos un sillón y, a su lado, la mesa cubierta con una pesada tela oscura,
sobre la que se sitúa el documento, iluminado por un potente foco de luz. El
color rojo contrasta con las tonalidades oscuras que le rodean, en un
interesante estudio cromático. Pero lo que destaca por encima de todo son los
detalles del traje y los pliegues de las telas, expuestos con acentuado
realismo gracias al dominio absoluto del dibujo por parte del artista. El joven
rostro del futuro emperador - Napoleón tenía 35 años cuando se le hizo este
retrato - muestra su inteligencia y tesón, compaginando así Ingres el
detallismo con la expresión del modelo, característica básica de un buen
retrato.
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