Rembrandt Harmenszoon van Rijn
Rembrandt la ha representado de frente, sentada en un sillón y ataviada de acuerdo con una moda que ya en la época pertenecía al pasado. Como se advierte el pintor ha tratado su rostro con toques deslavazados y violentos, de condición impresionista, gracias a los cuales cobran relieve las arrugas epidérmicas, ajustada la carne por el paso de los años a la estructura ósea que la soporta. La efigie es un extraordinario ejemplo de la capacidad de captación psicológica alcanzada por el maestro en los últimos y difíciles años de su actividad.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comenta por favor, me interesa tu opinión