Alberto Durero
No hay duda de que ésta y la obra Dos músicos constituyen en su origen un único, o que, aún con más probabilidad, fueron los laterales de un tríptico cuyos exteriores coincidirían perfectamente con los postigos cerrados; dan fe de ello el paisaje del fondo, complementario en ambas pinturas, la falda de la mujer de Job, cuya cola termina en la tabla de los músicos, y la misma inclinación en diagonal del estercolero que se completa en ambos elementos. En cuanto al contenido iconográfico, se discute si la mujer está echando agua sobre Job para aliviarle el sufrimiento de los escozores, o si lo hace por desprecio; y si los músicos, uno de los cuales, el del tambor, es un autorretrato apenas transfigurado, tañen su música en son de burla o para consolar al patriarca.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comenta por favor, me interesa tu opinión