Metropolitan Museum, Nueva York
Alberto Durero
Considerado en nuestros días como una de las obras maestras de Durero. Fechado, 1519, y monograma a la derecha de la cabeza de la Virgen.
Como modelo para la figura de santa Ana, cuya peculiar intensidad, con la cofia a la moda de Nuremberg, que le envuelve completamente la frente y la barbilla, dota al cuadro de una fascinación única, el artista escogió a su mujer.
Los ojos cerrados del Niño dormido, la mirada dulce y absorta de la Virgen, en contemplación de su hijo, y la vigilante y protectora de santa Ana, con la mano izquierda delicadamente apoyada en el hombro de su hija, confieren a la composición un ritmo in crescendo que parece fundirse en una atmósfera de tranquilizadora intimidad.
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