Venus y Cupido con un panal de miel / Lucas Cranach el Viejo

 Galería Borghese

Lucas Cranach el Viejo

Venus, tocada con un amplio sombrero engalanado con plumas, se halla en pie, apoyándose en el tronco ahorquillado de un árbol. En torno a su cintura se arrolla un velo de total transparencia, el cual cae entre sus piernas –cubriendo el sexo con lascivo propósito- y cuelga del antebrazo derecho a la mano izquierda de la diosa. Una de las piernas se halla adelantada, con el pie dirigido al frente, quedando la otra parcialmente oculta. Ello concede al cuerpo una posición muy estudiada, que responde al indudable propósito de revelar con la mayor nitidez los encantos del desnudo; la curva del muslo, el abdomen y el seno derecho, el arranque de las nalgas y el perfil de la espalda. Cranach ha conseguido enlazar armoniosamente las líneas de una anatomía que responde a los cánones en boga en la pintura germánica del momento, y que se caracteriza por la longitud de las piernas, la amplitud de las caderas, el relieve del vientre y la pequeñez y firmeza del pecho. El tratamiento minucioso de las carnaciones, a base de un empaste fundente que proporciona transiciones de claroscuro apenas perceptibles, se basa en líneas de dibujo que han sido escrupulosamente respetadas. El trazo de carbón es aparente, por ejemplo, en el contorno del pezón. Se trata, en suma, de un procedimiento que no deja lugar a la improvisación o al arrepentimiento.

La figura de Cupido se halla situada al pie del árbol, cogiendo golosamente el panal de miel; el infantil personaje paga su glotonería con el dolor de las picaduras que le infligen las abejas. Su modelado anatómico pone de manifiesto una mayor densidad de empaste que el del desnudo femenino. La representación combina también la mancha difuminada con líneas de dibujo que, en ocasiones, han sido realizadas con tonos claros, por ejemplo para formar la retícula del panal, describir las plumas de las alas y la individualidad de los cabellos. Bajo el brazo izquierdo del personaje aparece en el tronco del árbol la fecha 1531, coronando un dragón serpentiforme que es el emblema propio de Cranach el Viejo.