Iglesia
de Ognissanti, Florencia
Domenico Ghirlandaio
Virgen que protege a la familia
Vespucci y pintada sobre un arco de la capilla del mismo nombre de la iglesia
de Ognissanti. He aquí al anciano, probablemente el jefe de la familia, de
espaldas, arrodillado, sólidamente construido, el rostro enjuto de rasgos
fuertes suavizados por el candor de los sedosos cabellos. En un contraste de
luces y en un vibrar de matices resalta la mujer más anciana, cubierta con
amplio manto. Serenamente clara, en cambio, es la más joven, con los cabellos
recogidos en trenzas y la amplia frente depilada conforme a la moda del
momento. Intensa es la expresión del jovencito –Américo Vespucio- de labios
carnosos y grandes ojos claros, el rostro todavía infantil sonrosado y
regordete. La atención de Domenico parece haberse detenido sobre sus
personajes, tal vez en oración precisamente allí en Ognissanti, y su pincel ha
recorrido sus rasgos con fidelidad ya de veras individualizante.
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