Carlo Crivelli
No reproduce la escena del Evangelio en que Cristo, ante los apóstoles, pronuncia las solemnes palabras que comienzan “Tú eres Pedro…” y en las que se alude a las llaves simbólicas que en adelante serán atributo del papado. Por el contrario, prescindiendo de toda referencia evangélica, vemos aquí a una característica Madonna entronizada y en su regazo al Niño Jesús, que entrega las llaves al apóstol postrado a sus pies. Contemplan la escena seis santos, tres de ellos obispos y tres religiosos con hábito franciscano.
La obra, pintada al temple, responde al esquema clásico de la Madonna con santos, tan repetido en la Italia de aquel tiempo, ornamentado con las gracias renacentistas de los angelotes, los grutescos y las frutas, incluyendo ese pepino que absurdamente cuelga de la cornisa. Y realizado con primoroso detallismo, con rigor artesano, con apurado gusto, con esa afición a dar calidades de bordado y de orfebrería que hacen inconfundibles las pinturas de Crivelli. No cabe más exagerada precisión en los pormenores, superior a la que nos da nuestra mirada
Encuentro esta imagen muy interesante y además nada conocida. La agradezco mucho.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti, un saludo
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