Auguste Renoir
Esta obra corresponde a un momento tardío de la producción de Renoir y forma pareja con otro cuadro de idéntico formato y parecido tema, Bailarina con tamborcillo. Ambos lienzos fueron ejecutados en 1909 por encargo de Maurice Gagnant, quien los destinó a la decoración de su apartamento parisino. Se sabe que el artista utilizó como modelo, para el cuerpo de la bailarina, a una tal Georgette Pigeot, mientras que para el rostro se sirvió de la joven Gabrielle que en la época habitaba en su propia casa. En el terreno de lo anecdótico hay que señalar que el cliente deseaba que la pareja femenina fuese representada llevando fuentes y cestos de fruta, idea que fue modificada tras discusión con el pintor, considerando que los cuadros podrían en el futuro ocupar en la residencia de la familia Gagnant un emplazamiento distinto al del comedor. A pesar de su estilo rebuscado y entonación empalagosa ambas obras son sin duda los ejemplos más importantes de la etapa de madurez del maestro.
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