National Gallery of Art, Washington
1555
124,5 x 105,5 cm. Óleo sobre lienzo
1555
124,5 x 105,5 cm. Óleo sobre lienzo
Vecellio di Gregorio Tiziano
A partir de 1550 realiza Tiziano una serie de sus “poesías”, como solía llamarse a los cuadros que toman la mitología como pretexto para la contemplación de la belleza, encarnada generalmente en el desnudo femenino. Algunas de estas poesías formaban parte de los envíos a España para cumplimentar los encargos de Carlos V y luego de Felipe II. Pero la Venus ante un espejo debió ser pintada por gusto del artista, sin destinarla a cliente, puesto que se hallaba todavía en su estudio en 1576, a la muerte de su autor.
La diosa del Amor está sentada, con el torso desnudo, envolviendo el resto de su cuerpo en un calido ropaje. Un amorcillo intenta ponerle una corona vegetal, mientras otro sostiene un espejo en el que se contempla Venus. Este espejo –recurso grato a los artistas del Renacimiento- está colocado en tal ángulo que devuelve la mirada de la diosa hacia el espectador, haciéndole partícipe de la sugestión erótica que emana de la figura.
Como en todas las obras de esta época final –los últimos veinticinco años de su prolongada actividad-, la expresión se apoya en el poder sugestivo del color, en el que las formas parecen fundirse.
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