Auguste Renoir
En la última etapa de su vida Renoir introduce en su obra una gama de rojos y ocres cálidos, muy alejada de la paleta irisada de la década de 1870. Aquejado de un reumatismo que mermaba sus facultades, el pintor produce lienzos como este en los que el desnudo femenino adquiere unos cánones equiparables a los de Rubens.
En esta composición ha situado dos figuras en primer plano, confundiéndose con masas de vegetación amorfa en las que palpitan colores muy variados. Al fondo, otras tres bañistas se sumergen en el estanque. El conjunto produce la impresión de falta total de dibujo y revela un notable esfuerzo de construcción de las formas por medio de una insistente aplicación del color. Esta obra fue ejecutada en Cagnes en 1918, es decir, un año antes de su muerte.
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