Philip James de Loutherbourg
El autor no se ha conformado con describir la grandeza de las montañas, sino que ha plasmado el momento fugitivo y estremecedor en que cae estrepitosamente una gran masa de nieve. Las alocadas figuras humanas destacan por contraste la magnitud del escenario y expresan el terror ante el suceso.
El pintor se ha planteado un difícil problema y lo ha resuelto gallardamente trazando una diagonal que delimita la firme solidez de las rocas y el dinamismo del torbellino blanco que se precipita de las alturas confundiéndose con las nubes azuladas.
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