Arthur Hughes
Ya el formato del lienzo, tan alargado y rematando en el arco característico del gótico inglés, nos sitúa en ese mundo espiritual de los prerrafaelistas. El impulso poético se acentúa por el esbelto canon de la figura, rítmicamente repetido en el tronco recto y en la yedra que crece a su lado. La vida es verticalidad, es savia ascendente; el amor es ilusión en el gesto contenido de la muchacha; la primavera está presente en la edad juvenil y en la frondosa vegetación.
La composición se vale de un juego de simbolismos transparentes al que no son ajenos los colores mismos, con esa falda del tono de los lirios silvestres.
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