Paul Cézanne
Obra de la última época de Paul Cézanne. Sus características de estilo revelan que el pintor ha llegado a la sublimación de sus intereses, es decir, a buscar de modo exclusivo la realidad estructural de las formas, olvidando en cierto modo su realidad óptica. Ha tomado como modelo a una anciana de setenta años que había abandonado el convento y residía en casa de Cézanne como ama de llaves. El retrato traduce la personalidad religiosa de la mujer que, a pesar de haber dejado los hábitos, se halla sumida en el rezo del rosario. El pintor invirtió dieciocho meses de trabajo en la terminación del cuadro, que a su muerte fue hallado en el suelo del taller, dañado por el escape de una conducción de agua.
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