Museo del Prado
1660
212 cm × 147 cm. Óleo sobre lienzo
1660
212 cm × 147 cm. Óleo sobre lienzo
Diego Velázquez
Su composición se ajusta a un esquema de representación de la figura de frente, sobre un fondo de cortinajes parcialmente en la penumbra. La niña parece una muñeca, tanto por su actitud estática como por la suntuosidad del atavío, sin duda el más colorista de cuantos pintará Velázquez en sus retratos. Pero tras esta pose exigida por los principios de la pintura áulica, tras la digna fachada, consigue el artista transcribir fielmente y sin concesiones el aspecto físico y personalidad humana del personaje. A la sensibilidad para comprender las infantiles vivencias de la retratada se suma una extraordinaria capacidad técnica. El detalle de las telas de su vestido revela el empleo de una pincelada centelleante, destinada a producir a distancia la impresión de la vibración luminosa., así como una simplicidad de método para transcribir, por ejemplo, la transparencia del pañuelo de gasa que sostiene en su mano derecha.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comenta por favor, me interesa tu opinión