Georges de La Tour
Cuadro lleno de misterioso encanto, con un audaz efecto luminoso sobre las perfiladas figuras. La Tour hace un alarde de virtuosismo al utilizar la “luz de la bodega”, llevándola hasta consecuencias más extremadas que el propio Caravaggio. Véase, por ejemplo, la delectación y la habilidad con que define los dedos entrelazados del personaje del fondo que únicamente asoma el rostro en incompleto perfil. Igualmente gradúa la penumbra sobre el cadáver y concentra el golpe de luz en los rostros de las piadosas mujeres. Con esta economía luminosa obtiene una sensación de espacio y de volumen.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comenta por favor, me interesa tu opinión