Georges Braque
Como de costumbre, el pintor se entrega al análisis de la forma, según el método derivado del cubismo de veinte años antes, uno de cuyos creadores había sido. Pero ese análisis no es ya más que el punto de partida para combinar líneas y ritmos con un espíritu casi barroco.
Esta etapa en la labor de Braque se caracteriza por una gran coherencia estilística, en la que cada vez más se fía la expresión a las relaciones entre la línea y el volumen, entre la forma y el color. Sus bodegones de esta época tienen además en común la entonación sombría y la riqueza de pasta, como bien puede apreciarse.
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