Thomas Gainsborough
Es un estudio de busto que parece preludiar el famoso Niño azul de 1770. La atención del pintor se ha concentrado en el rostro y sobre todo en la mirada. Su intensidad emerge del fondo oscuro y la cuidada definición de la cara contrasta con las anchas y fugaces pinceladas del traje, que una vez más es azul claro, color predilecto de estos pintores en un país de cielos grises.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comenta por favor, me interesa tu opinión